Una vía privilegiada para hablar de Dios con la voz de América Latina

A privileged path to talk about God with Latin American voice

Estrella Isabel Koira
O doutorado em Literatura. Reitora do Instituto Superior Nossa Senhora da Paz da Cidade Autônoma de Buenos Aires. Professora Sênior e Bacharel em Artes pela Universidade de Buenos Aires. Membro do Seminário Permanente de Pesquisa “Diálogos entre Literatura, Estética e Teologia”, da Faculdade de Teologia da Pontifícia Universidade Católica da Argentina. E-mail: estrellakoira@gmail.com 

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“Trata-se de um Deus que pensa o que é belo, e que quer fazê-lo acontecer para a alegria e a felicidade do homem”. Antonio Manzatto (Teologia e Literatura).

Resumo
La vida que se expresa en Tenda dos Milagres de Jorge Amado y la palabra teológica vivificante que surge de ella para interpelar sobre el misterio de lo humano conforman las coordenadas de Teologia e Literatura de Antonio Manzatto. Fue, además, un acto fundacional de aproximación de dichas disciplinas que puso el corazón en el pueblo de América Latina entendiéndolo como lugar teológico y donde se cuidó la rigurosidad de un método de trabajo intelectual y se reveló un propósito: mostrar la belleza como vía privilegiada para hablar de Dios a los hombres.

Palavras chave: Teología – Literatura – Tenda dos Milagres – Jorge Amado – pueblo latinoamericano – lugar teológico – diversidad – via pulchritudinis.

Abstract
The life expressed in Jorge Amado’s Tenda dos Milagres and the life-giving theological word emerging from it to question about the mystery of the humane give essence to the coordinates of Antonio Manzatto’s Teologia e Literatura. What is more, all this represented the foundational act of approximation to such disciplines which set its heart on the people of Latin American regarding it as a theological place and where the preciseness of an intellectual working method was assured and where a purpose was revealed: to show beauty as a privileged path to talk to men about God.

Keywords: Theology – Literature – Tenda dos Milagres – Jorge Amado – Latin American people – theological place – diversity – via pulchritudinis.

Una propuesta teológica situada

Reflexionar sobre Teología y Literatura de Antonio Manzatto es caminar una vez más por los laberintos de la historia de los hombres y mujeres de nuestro continente bajo el signo de una “Igreja dos pobres” escuchando desde sus marginalidades el susurro de voces inauditas que miran aún el cielo esperando que el “Páramo” se convierta en “amparo” (KOIRA, 2008, p.55) y sea posible su liberación: “A vida eclesial da América Latina esteve marcada pelo contexto de pobreza, mas também de irrupção dos pobres na sociedade, na qual eles buscam sua libertação”.

Los avatares de la vida del pueblo que recoge Manzatto desde la novela brasileña que escogió para su lectura teológica fueron capitales para el corpus latinoamericano durante la primera mitad del siglo XX y este rico patrimonio que se manifestó en textos como Los de abajo de Mariano Azuela, Sangre de mestizos de Augusto Céspedes, Huasipungo de Jorge Icaza o Pedro Páramo de Juan Rulfo −entre tantos otros− buscaron hacer visible un sujeto colectivo desatendido por la literatura o, dicho más ampliamente, por las culturas hegemónicas, para hacer visible su opresión y postergaciones y también asumir sus tradiciones culturales incorporándolas estéticamente en la creación de lenguajes nuevos. Este desarrollo consciente de una literatura con voz propia ayudó en los años sesenta al reconocimiento internacional de una identidad y construyó el horizonte de comprensión para que los intelectuales latinoamericanos reclamaran una mirada atenta y respetuosa sobre nuestros pueblos. En su discurso de recepción del premio Nobel, Gabriel García Márquez señalaba:


[…] creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo (GARCÍA MÁRQUEZ, 2014, p.169).


Sin establecer una línea de continuidad, pero sí participando de un mismo espíritu, es notable el rumbo elegido por Antonio Manzatto ya que toma como objeto de análisis para su tesis la novela Tenda dos Milagres de Jorge Amado, un texto que sintetiza ese gran momento de la literatura latinoamericana del siglo XX que vuelve a asumir la historia, cultura y demandas del pueblo y, a la vez, renueva su expresión artística a partir de esas mismas coordenadas.1 Una propuesta teológica situada que se alimenta de un texto paradigmático: un gesto de síntesis notable entre una literatura que se reconoce en la fisonomía de sus hombres y mujeres más sencillos y una mirada teológica que se piensa a sí misma desde América Latina en la vida misma de los pobres buscando nuevos lenguajes para hablar del Misterio.

Vida

La Vida es el motor que anima la escritura de Teología e Literatura: la Vida como expresión del amor de Dios reconocida en la vida del pueblo que expresa el texto de Jorge Amado y que se redirige de manera interpelante hacia la nuestra.

Este flujo que anima las páginas de la obra, sin embargo, no impide el armado de un cuidado aparato crítico y teórico. En efecto, la precisión académica de la primera parte del trabajo expone qué se entiende por literatura, por teología y qué relación el autor plantea entre ellas. Manzatto entiende que la literatura para la teología es un modo de conocer al hombre de carne y hueso, un lugar antropológico:


É pois, o caráter antropológico da literatura que é importante para a teologia. Mas como as outras artes e as ciências também apresentam um caráter antropológico, é preciso perguntar-se em que sentido a literatura, especialmente o romance que se serve da ficção, é diferente dessas outras artes e ciências ou, dito de outra forma, qual é a contribuição específica da literatura à teologia. (MANZATTO, 1994, p. 69-70)


El aporte específico que la literatura realiza a la teología −según su enfoque− consiste en la capacidad que esta tiene de colocarnos frente a los conflictos humanos, de hacernos sentir y reflexionar sobre ellos, de mostrarnos lo que a simple vista no se ve, desautomatizando la mirada del lector como si la realidad emergiera por primera vez frente a nuestros ojos. Este poder que la literatura posee y que ejerce a través del uso específico del lenguaje y de la imaginación creadora, interpela con mayor profundidad al teólogo, más aún que los resultados de la ciencia, y eso se debe a que “de maneira romanceada o autor põe-nos diante de problemas e situações vividos; nós nos encontramos diante da vida, como ela se desenvolve, e não diante de números frios” (MANZATTO, 1994, p. 71). La ciencia puede darnos datos acerca de la pobreza, las migraciones, la discriminación, etc., pero la literatura presenta el drama humano sin más, ahí mismo, conmoviéndonos a través de sus personajes, diálogos, historias, descripciones y construcciones de la trama en la experiencia de la lectura. Todo es más “vívido” y humano, porque “a literatura atinge o coração do homem” (MANZATTO, 1994, p. 70).

En tal sentido, en Teologia e Literatura notamos la vida palpitante expresada en la novela de Jorge Amado nutriendo una reflexión teológica preocupada por pensar al hombre en sus contextos, su cotidianeidad, su cultura y conflictos: una teología que cuestiona la abstracción para ocuparse de la vida real, de la experiencia de la fe y de aquello que acontece en el mundo:


A experiência de fé não se faz independentemente das outras experiências humanas e da cultura: ela se faz, sempre, em um contexto determinado. Por outro lado, mesmo se a literatura fala do imaginário, ela o faz partindo do real vivido, da experiência, como há foi dito. Nesse sentido, não é impensável que a teologia utilize da literatura para dialogar com os homens e as culturas. (MANZATTO, 1994, p. 68)


Es una vida pensada en su dimensión histórica y palpable, en lo más pequeño del día a día: “A vida que precisa ser primariamente defendida é a vida concreta, atual, terrestre, e não apenas celeste” (432) y esta expresión de lo más cercano al pueblo es el germen provocador del pensamiento, ya que la existencia del hombre sencillo en su devenir cotidiano está expresada en Tenda dos Milagres con todo su color y movimiento. Es una vida que comienza en las calles como signo de apertura y espacio de encuentro y que se manifiesta en profundidad cuando se habla de la cultura popular de Bahía, apreciada de tal manera que es equiparada a los saberes que se transmiten en las universidades. Una verdadera academia del pueblo:


En el amplio territorio del Pelourinho, hombres y mujeres enseñan y estudian. Universidad vasta y variada, se extiende y ramifica en el Tabuão, en las Portas do Carmo y en Santo Antonio Além-do-Carmo, en la Baixa dos Sapateiros, en los mercados, en el Maciel, en la Lapinha, en el Largo da Sé, en el Tororó, en la Barroquinha, en las Sete Portas y en Rio Vermelho, en todo lugar donde hombres y mujeres trabajen los metales y las maderas, utilicen hierbas y raíces, mezclen ritmos, pasos de danza y sangres; en la mezcla han creado un color y un sonido, imagen nueva, original. Aquí resuenan los atabaques, los berimbaus, los ganzás, los agogôs, las panderetas, los adufes, los caxixis, las cabaças: instrumentos pobres tan ricos en ritmo y melodía. En ese territorio nacieron la música y la danza: […]. (AMADO, 2008, p. 13)


La valoración de lo popular, la multiplicidad de espacios, de elementos (metales, maderas, hierbas, raíces), ritmos, sonidos y tonalidades, hacen de este inicio de la novela un óleo único representativo de la tesis central de Amado: el mestizaje como corazón del pueblo brasileño, la necesidad de abrir el corazón y la mente a la diversidad cultural como riqueza y la estimación de la cultura popular (de toda cultura). En estas pocas líneas no solo se presenta la vida del pueblo en su combinación de acciones y producciones sino en su condición de maestra (“hombres y mujeres enseñan y estudian”) y de madre, como territorio en movimiento donde “nacen” la música y la danza. Este punto de partida es fértil en el pensamiento teológico de Manzatto: un pueblo que celebra la vida en la riqueza de su mestizaje cultural, en la apertura hacia el otro, en la democratización de saberes y en la alegría de compartirlos.2 Una cultura que en esa diversidad está “viva”, libre y en perpetua recreación, una pedagogía y fecundidad que potencian su pensamiento teológico ya que de ellos surge la reflexión permanente sobre el actuar de Dios en la historia, sobre el cristianismo y sobre nuestra vida como creyentes.

La segunda fascinación se produce respecto del trabajo del autor. Antonio Manzatto es un admirador de Jorge Amado, lo considera “um escritor de povo y pelo povo” (MANZATTO, 1994, p. 114) y es un lector entusiasta de la novela que analiza. Por momentos, el detalle en la caracterización de los personajes o la valoración de la construcción del relato nos hace pensar que estamos frente a un texto de crítica literaria:


Como o povo, Archanjo é pobre, pardo e paisano. Uma evidente crítica à sociedade de consumo que privilegia a riqueza da economia, à sociedade racista que socialmente discrimina os negros e os mestiços, e à sociedade militarista que na política privilegia a força e não a democracia. (MANZATTO, 1994, p. 136)


Este escritor “del pueblo y por el pueblo” que es capaz de señalar las injusticias sociales inspira a Antonio Manzatto quien también piensa comprometidamente sobre la vida del pobre, del negro, del mestizo: “Essa característica da obra amadiana liga-se com a teologia que quer refletir a fé também a partir dos pobres e, mais que isso, liga-se com um Deus que se manifesta nos pobres e que quer sua libertação” (MANZATTO, 1994, p. 228). Jorge Amado privilegia a los pobres en sus novelas; Antonio Manzatto desea una teología a partir de sus vidas pacientes y sencillas, atenta a lo humano en su manifestación más simple y esencial, con todo lo que ello implica:


A prática da vida de Jesus é, fundamentalmente, a defesa da vida, dom de Deus constantemente ameaçado pelas forças da morte. Aqui é preciso entender vida no sentido de “vida humana concreta: trabalho, terra, casa, alimentação, saúde, educação, família, participação, cultura, meio ambiente, festa”. (MANZATTO, 1994, p. 231)



Puentes

El diálogo entre teología y literatura es vasto y creciente. En América Latina, más precisamente, desde el año 2006 desarrolla sus actividades la Asociación Latinoamericana de Literatura y Teología (ALALITE) de la que formó y forma parte Antonio Manzatto iluminando con su palabra cada vez que la comparte en sus encuentros internacionales3. Constituida por diferentes investigadores de nuestro continente, se produce allí un encuentro de reciprocidad cordial entre estas disciplinas que produce más y más pensamiento. Cada país, con su historia académica y sus preferencias metodológicas, ha ido creciendo en este itinerario crítico que en los coloquios que nos congregan cada dos años se fortalece con el intercambio fraternal de experiencias e investigaciones que luego se vuelca en publicaciones.

En dicho contexto, la obra de Antonio Manzatto se ubica señeramente entre aquellas que han iluminado nuestro sendero lleno de inquietudes y de compromiso por brindar un pensamiento cristiano en una cultura secularizada. Teologia e Literatura es una obra inspiradora no solo por la interdisciplinariedad planteada sino por la sensibilidad de la mirada sobre América Latina. A partir de la idea de un Dios que es Amor y busca la liberación del hombre construyó puentes entre la teología, la antropología y la literatura para hablar de nuestros pueblos. En su planteo, la antropología es mediadora y la literatura es un lugar donde la Teología se puede encontrar con el hombre para conocer más a Dios ya que “Deus fala aos homens através do humano” (MANZATTO, 1994, p. 225) y la “Revelação não é simplesmente um objeto de estúdio através de um possível método científico mas sim diálogo com Deus acolhido na fé” (MANZATTO, 1994, p. 226).

Los puentes trazados en Teologia e Literatura son inaugurales en la creación y recreación de una comunidad de pensamiento que nace en la fe cristiana y nos reúne en torno a ella como en una ceremonia cuyo rito es descubrir las huellas de la Revelación en la palabra poética, una búsqueda de sentido profundo que nos conecta con lo que verdaderamente somos poniendo la sensibilidad, la mirada sin prejuicios, la compasión, la esperanza en cada uno de los pliegues de la cartografía trazada. Mapa, territorio, movimiento: un espacio nuevo donde Teologia e Literatura dibujó uno de los fructíferos caminos posibles. Desde este sendero abierto hace veinticinco años seguimos en la búsqueda de lenguajes propios. Sin textos-puente no hay tradición. Sin padres del pensamiento para acogerse, no es posible tomar vuelo.

Milagro

Seguimos en la huella de los maestros porque ellos nos indican un camino siempre vigente. En la tesis de Antonio Manzatto, hay una preocupación por mostrar la desigualdad y revelar en racismo:


Os negros que chegaram ao Brasil eram africanos de origem, que foram violentamente transportados para o continente americano a fim de servir como mão-de-obra e colocados na base da pirâmide social. A justificação para a escravidão era, fundamentalmente, baseada na superioridade de uma raça sobre outra, na teoria segundo a qual uma raça existia para dominar e outra para ser dominada. [...] Seguindo essa lógica, tudo que se relacionasse com o negro era ruim e inferior, e tudo que tivesse relação como o branco era melhor e superior. (MANZATTO, 1994, p. 164)


La idea de que ser blanco implica cierta superioridad de “raza” llevó al mestizaje como forma de “emblanquecer” la negritud: “Daí surge o mestiço, o mulato” (MANZATTO, 1994, p. 165). Por tanto, como señala la novela de Jorge Amado, la negritud es parte consustancial del pueblo brasileño y no se puede pensar en su historia, en su cultura o en su identidad sin tener en cuenta el mestizaje cultural: “Essa civilização mestiça é forjada por pessoas mestiças. E Tenda dos Milagres quer afirmar a existência e importância dessas pessoas. Para Amado, a melhor forma de combater o racismo é a mistura de raças” (MANZATTO, 1994, p.165). Manzatto para hablar de la novela, de su valor de denuncia, de la antropología que allí encuentra parte de la propia historia social de Brasil. Ya advirtió la necesidad de realizar una teología “situada”, desde la teología de la liberación y la opción por los pobres, pero este gesto de recuperación histórica de la población de Brasil nos habla de un interés más profundo: el deseo de comprensión de la problemática del hombre en estas latitudes, la búsqueda de una legitimación del hacer teológico en diálogo con la literatura brasileña mostrando la riqueza de la vida expresada en ella y la novedad que representa el modo de ser del pueblo brasileño en la concepción del hombre, de la comunidad, de la trascendencia. Leer los signos de Dios en Latinoamérica exige hablar también de nuestra historia, de las vicisitudes de los pueblos, de sus sueños y esperanzas: un mundo del que hay que primero contar su historia para que puedan ser entendida la profundidad de sus heridas y el valor de su ostensible celebración de la vida.

Porque a esas conclusiones arriba Antonio Manzatto. Observa al hombre brasileño como un ser en relación, en comunidad, en apertura a los otros, al mundo y a la trascendencia. Un hombre creador y amante de la cultura capaz de cuestionar lo dado en función de buscar la igualdad entre los hombres; un hombre que resiste desde su fe en la vida, que busca la felicidad y convive con lo maravilloso naturalmente, “a caracterização do homem como ser mágico e maravilhoso significa colocá-lo em contato com o sobrenatural e o religioso, o que significa, de alguma forma, situar-se já no terreno teológico” (MANZATTO, 1994, p. 317).

Estas disquisiciones nos hacen pensar que la tesis de Jorge Amado − su defensa de la diversidad y la condena a toda discriminación y, especialmente, al racismo− constituye una alteridad sincrónica al pensamiento de Antonio Manzatto. En efecto, ¿a quién le habla nuestro teólogo? ¿A quién le cuenta la historia de los negros de Brasil y los avatares de su desarrollo? A estas alturas se nos hace difícil separar ambas intenciones enunciativas porque en la elección del objeto de estudio hay una decisión pragmática y en las conclusiones que permanentemente se realizan se percibe radicalmente el amor del teólogo por su pueblo y la valorización de la diversidad de su cultura y de su religiosidad. El gesto es el mismo: pensar la vida de los pobres integralmente como “locus theologicus” que invita a una revisión de la vida de los creyentes en todo el planeta:


A reflexão sobre o milagre traz, pois, como primeira consequência, a valorização da religiosidade popular e, por conseguinte, do universo popular, o que se encontra em perfeito acordo como a religiosidade expressa por Jorge Amado em seus romances. A segunda consequência que essa reflexão pode proporcionar é a compreensão do cristianismo como abertura a Deus e a seu Espírito, um cristianismo que é, assim, capaz de recepção, capaz de acolher o que vem de fora de ele. Por um lado, esse cristianismo é, então, capaz de abrir-se ao mundo, ao exterior, aos povos e às culturas, e receber deles questionamentos e contribuições. Por outro lado, ele é capaz de abrir-se à ação de Deus, deixando em seu interior, como exigência de fé, um lugar para a ação do Espírito. (MANZATTO, 1994, p. 328)


Esta necesidad de apertura a la otredad y de abrir el corazón a la acción de Dios es hoy una urgencia para el cristianismo en todos los puntos de la tierra: de allí la plena vigencia de la propuesta de Manzatto. En un mundo colmado de muros que nos inmunizan frente al inmigrante, al pobre, al doliente, a los que no tienen trabajo, tierra o familia, a los y las que sufren todo tipo de violencia, es necesario pensar qué lugar nos pide Dios que ocupemos tanto en la acción como en la reflexión. La idea que nos propone, por tanto, Teologia e Literatura es caminar con los personajes de Jorge Amado desde el “milagro” de una religiosidad popular que se abre a la trascendencia en la vida del hombre y acepta al prójimo sin condicionamientos, hacia la transformación de la vida del cristiano consciente de la acción vivificadora del Espíritu que solicita dejar de lado la indiferencia en un gesto de comunión e inclusión verdadera.

Belleza

La última (o la primera) seducción es la de la belleza: ¿por qué visitar la literatura para hablar de Dios?


¿Es hora de preguntarnos con el poeta “qué belleza salvará al mundo”? ¿Es que este mundo contemporáneo hastiado de autosuficiencia necesita volver la mirada a la plenitud del ser para alcanzar la felicidad? ¿Qué ha sucedido con el bien y la verdad que necesitan de su hermana menor, la pequeña e indefensa belleza para resurgir con nuevas alas hacia la luz? (CAMPANA,2009, p. 93)


Antonio Manzatto ha recorrido Tenda dos Milagres encontrando en ella la belleza de la vida de un pueblo expresado en su configuración artística: una figura que en su esplendor lleva el eco del bien que la sustenta y de la verdad que le otorga su luz. Para hablar de Dios desde su amado pueblo el rumbo elegido fue la via pulchritudinis como un modo para encontrarse con el hombre de carne y hueso, mostrarlo al mundo entero, y donde abrevar en nuevos lenguajes para hablar de Dios en los días que corren. Un camino que se transita en libertad, que es apertura, búsqueda y comunión y que deja traslucir, finalmente, la Belleza que le da sentido:


Si la belleza es el resplandor de la verdad, entonces nuestro interrogante se encuentra con el de Pilatos, y la respuesta es idéntica: Jesús mismo es la Belleza. Se manifiesta desde el Tabor a la Cruz para iluminar el misterio del hombre, desfigurado por el pecado pero purificado y recreado por el Amor redentor. Jesús no es un camino entre otros, una verdad entre otras, una belleza entre otras. No propone una vida entre otras: Él es el camino viviente que conduce a la verdad viviente que da la vida. Belleza suprema, esplendor de la Verdad, Jesús está en la fuente de toda hermosura, porque siendo el Verbo de Dios hecho carne, es la manifestación del Padre: Quien me ha visto a mí ha visto al Padre (Jn 14,9). (Pontificia Comisión para la Cultura 2009, 76)


Manzatto nos propone ver la Belleza de Cristo encarnada en el rostro del pueblo brasileño mostrando sus heridas, pero, a la vez, como figura de una hermandad enseñante en apertura a la maravilla de la vida. El personaje principal de la novela y referente emblemático del pueblo, Pedro Archanjo, muestra en sus últimos momentos signos de una pasión que se convierte en luz con el nuevo día, una hermosura que hiere y salva “porque es irradiación del amor que comparte el dolor” (AVENATTI DE PALUMBO, 2008, p. 17).


El dolor lo parte en dos, le rompe el pecho, ya no alcanzará la casa de Esther, ya está perdida la frase del herrero, tan bonita y acertada, la nieta de Rosa. Cae en la calle, despacio rueda hacia la cuneta. Allí permaneció su cuerpo, primero cubierto solo de oscuridad, luego llegaron los rayos de la aurora y lo vistieron de luz (AMADO, 2008, p.45).


Este pobre Cristo muere en el camino, subiendo hacia su casa del morro, buscando dejar testimonio de la sabiduría y la belleza de su pueblo. Su cuerpo cae en el margen de la calle, que es el espacio de lo público y compartido, pero también del desamparo. A pesar de ser el personaje central, no se comporta como un protagonista, está en los bordes de la senda y procede como aquel que está al servicio, porque tiene una misión. Partido por el dolor, sufre porque no podrá dejar escrita la frase que acaba de escuchar en el bar: “Intenta seguir subiendo, rumiando las palabras del herrero: «ha de nacer, crecer y mezclarse»” (Amado, 44). Sabe que no viene de él la sabiduría ni la belleza porque en realidad él es un testigo de ese misterio manifestado en su gente y por eso se desespera por dejar registro, por establecer una huella que muestre con qué sencillez se puede hablar de un mundo mejor donde todos tengan lugar, donde no haya discriminación ni poderes dominantes. Muere en la espera de la reivindicación cultural de su pueblo y de su salvación en el marco de la dignidad de los hombres y las mujeres: la luz final sobre su cuerpo anticipa la gloria que le espera4.

Del mismo modo, Antonio Manzatto sabe que la palabra viva de su teología no le pertenece y con esa humildad nos hizo y hace caminar por la Belleza que le propuso un novelista del pueblo, un artista comprometido con su gente. Aflorando con su pensamiento desde los bordes de ese itinerario, abarcándolo como fiel testigo e intérprete de su pedagogía y abundancia, nos invita a seguir pensando desde América Latina en la necesidad de construir un mundo nuevo de amorosa fraternidad y apertura al Misterio.

Un camino, un testimonio y una misión compartidas entre el personaje y el teólogo que se revelan en la profundidad de la reflexión teológica de nuestro Antonio Manzatto, de una vigencia increíble y cuya fuerza nos invita a recorrer críticamente nuestra fe para pensar en la situación −tanto en nuestro continente como en el mundo− de aquellos hermanos humillados y descartados por la propia “humanidad”. Su obra, veinticinco años después, brilla en la gloria de las motivaciones y en el compromiso que despierta su lectura.

Bibliografia

Amado, Jorge. Tienda de los milagros. Buenos Aires: Emecé, 2008.

Avenatti de Palumbo, Cecilia. «Prolegómenos.» En Belleza que hiere, de Cecilia y Quelas, Juan (coord.) Avenatti, 17-31. Buenos Aires: Agape Libros, 2008.

Campana, Silvia Julia. «Fascinados por la Belleza y abiertos al don.» En El camino de la Belleza, de Pontificia Comisión para la Cultura, 93-107. Buenos Aires: Agape Libros, 2009.

Cultura, Pontificia comisión para la. El camino de la Belleza. Buenos Aires: Agape, 2009.

García Márquez, Gabriel. «La soledad de América Latina. Discurso de aceptación del Premio Nobel 1982.» Educere (Universidad de Los Andes) 18, nº 59 (enero-abril 2014): 167-170.

Koira, Estrella. «Todos somos hijos de Pedro Páramo.» En Belleza que hiere, de C. y Quelas, J. (Coord.) Avenatti, 41-64. Buenos Aires: Agape Libros, 2008.

Manzatto, Antonio. Literatura y Teologia. Reflexão teológica a partir da antropologia contida nos romances de Jorge Amado. São Paulo: Ediçoes Loyola, 1994.

Notas

[1] Tienda dos Milagres fue escrita en el contexto de una Latinoamérica que ya ha pasado los años sesenta y que puede desentenderse con libertad del realismo para abordar los procesos creativos, que está transitando su “boom” literario adquiriendo consideración universal, que convive con los medios de comunicación masivos y acrecienta la valoración de lo popular. Además, es una novela que fue llevada al cine y a la televisión y que el mismo autor estima como uno de sus textos preferidos porque su tema es la libertad y la discriminación: “Entre os meus livros é o que eu prefiro, aquele cuja temática me toca mais. E talvez Pedro Archanjo seja, de todos os meus personagens, o mais completo” (Citado en Manzatto 1994, 121).

[2] Esta alegría es el tono de composición de la novela: un texto irónico, lleno de humor, de disparates y absurdos.

[3] Además de ser miembro, el Dr. Antonio Manzatto fue Vicepresidente I de ALALITE durante el bienio 2012-2014.

[4] De hecho, la novela trata sobre del legado ideológico y científico de Pedro Archanjo revalorizado por un estudioso extranjero. Su trabajo, finalmente, encuentra la luz y es reinterpretado por la posteridad.