Amor ipse intellectus est en Guillermo de Saint Thierry
Amor ipse intellectus est in Guillermo de Saint Thierry

Eva Reyes-Gacitúa* **
* Doctora en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue la primera mujer-chilena doctorada en la Facultad de Teología. Docente e investigadora de la Universidad Católica del Norte, Antofagasta, Chile. Contacto: .
** Artículo presentado en el IV Simposio Internacional de Estudios Medievales. Universidad Gabriela Mistral. Santiago de Chile. 27 a 29 de octubre de 2015 bajo el temaAmor ipse intellectus est en Guillermo de SaintThierry. Para su edición ha sido revisado y actualizado.
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Resumen
Guillermo de Saint Thierry, teólogo y místico del siglo XII asegura que solamente el amor es capaz de comprender lo que Dios es.Es decir, Dios podrá ser comprensible en el amor junto a la razón.Esta interpretación audaz, que realiza el autor en torno a las obras del Cantar de los Cantares, describen un hito decisivo para el homo Dei.Con ello se expresa que el amor no es algo agregado a la razón, sino transforma el cognoscereen sapere y experiri, alcanzando la semejanza con Él.En definitiva para el autor amor y conocimiento se implican.En este sentido, es imposible separar el elemento afectivo del intelectual.

Palabras clave:amor, conocimiento, Cantar de los Cantares, razón.

 

Abstract
William of Saint Thierry, a theologian and mystic of the twelfth century, assures that only love can understand what God is. That is, God can be understandable in love with reason. This audacious interpretation, made by the author around the works of the Song of Songs, describe a decisive milestone for the homo Dei. This expresses that love is not something added to reason, but transforms the cognoscere into sapere and experiri, reaching the similarity with Him. Ultimately for the author love and knowledge are involved. In this sense, it is impossible to separate the affective element from the intellectual.

Keywords:love, knowledge, Song of Songs, reason.

Introducción

El gran especialista del pensamiento medieval e historiador de la filosofía Etienne Gilson, describe de la siguiente manera a nuestro autor:

Guillermo de Saint-Thierry lo tiene todo, la fuerza del pensamiento, la elocuencia del orador, el lirismo del poeta y la seducción contagiosa de la piedad, la más ardiente y la más tierna.

Con estas palabrasdestaca su figura inserta en el gran cauce de la tradición monástica, donde el pensamiento teológico comulga con el dominio afectivo. Los documentos estudiados inscriben su nacimiento en torno al 1085/1090 2, en Lieja (Bélgica en la actualidad). Ingresa a los Benedictinos de Saint-Nicase 3 donde llegó a ser abad del monasterio de Saint-Thierry, Diócesis de Reims4. Allí, adquirió una rica experiencia constituyéndose en reformador de la vida monástica5. Estuvo unido a Bernardo de Claraval, acontecimiento decisivo para su vida espiritual que le llevó a estar de acuerdo conél sobre los principiosy los problemas de la vida mística. Fue su gran admirador y amigo, con quien mantuvo a la vez, una perfecta independencia de pensamiento66.En 1135 deja la abadía benedictina, abrazando el hábito blanco para unirse a los cistercienses de Signy. Desde ese momento, hasta su muerte en 1148, se dedica a la contemplación orante y la composición de escritos de literatura espiritual, importantes en la historia de la teología monástica7.

Este místico y teólogo desarrolló su doctrina al interior de la vida cenobítica, donde el claustro era considerado una escuela.Con ello entonces, se establecía la diferencia de las diversas disciplinas del siglo, conocidas como el Trivium y el Quadrivium que hablaban sobre el amor profano; donde el gran maestro era Ovidio con su libro clásico De arte amatoria8. De este modo, los monasterios también fueron escuelas de amor, donde se enseñaba sobre la caridad. En este sentido el abad de Saint-Thierry subrayará la imago y similitudo, como condición básica de la unidad del hombre y Dios; cuya semejanza se encuentra precisamente en la razón. Entonces al hombre le corresponderá “recordar para conocer y conocer hasta amar y amando gozarse en Él”9. Esta comprensión será el leit motiv de su obra, destacando al amor como principio del conocimiento; tema central de la teología Cisterciense y materia de esta reflexión. Para ello se realizará el siguiente recorrido: primero, se situará las posibilidades de la razón humana. Segundo, se analizará el sentido de correspondencia en la frase Amor ipse intellectus est y tercero, se indagará en el ámbito pneumatológico, desde el cual despunta la contribución que realiza el abad de Saint-Thierry a la teología mística Trinitaria.

Posibilidades de la razón humana

Guillermo de Saint-Thierry no desprecia ni sobreestima las posibilidades de la razón humana. Comprende que el esfuerzo racional prepara y consolida en una adhesión personal a las verdades de la fe10. De este modo, sitúa el rol de la razón en dos estadios diferentes: uno como un conocimiento exterior y objetivo, que no agota aquello que es conocido. Otro, donde la razón entendida como don percibe a Dios humildemente donde el amor le introduce en un nuevo modo de sentir, de pensar11 y de comprender. Por tanto, la razón juega un rol fundamental, religando a la memoria en el sentido agustiniano. Es decir, Dios crea al hombre como un ser viviente y animado, otorgándole la facultad intelectual de conocer. En términos del “Doctor de la gracia”, le entrega al hombre la facultad de reconocer en todo momento la presencia latente de Dios12.

Para nuestro abad en la Carta de Oro, la razón se conforma a la sabiduría, de esta manera la conciencia en el creyente se traza en norma de vida13. En este discernimiento de la razón, confluye el asentimiento de la voluntad, la aplicación de la inteligencia y la eficacia de la acción14. Por ello, para Guillermo, la vida humana consiste en una peregrinación a la propia conciencia15, que conduce a la paz y tranquilidad imperturbable de un alma bien dispuesta16.En este sentido, la Epístola ad fratres de Monte Dei indicará algo semejante:

Sin duda que el hombre dotado de razón puede concebir y profundizar algunos atributos referentes a Dios… Más lo que Él es en sí mismo, no es posible ni pensarlo en modo alguno, a no ser en la medida de un conocimiento del amor iluminado17.

En el Cantar de los Cantares Guillermo profundiza esta acepción a partir de la designación de intellectum amoris18. Es decir, la figura del amor fortalece a la razón para atraerlo y la razón al amor para abrazarlo; pues el amor está protegido por la razón y la razón a su vez, es iluminada por el amor19.

Así, la esposa amada, es estrechada contra el corazón del Esposo, como por dos brazos o dos manos: las buenas acciones y la contemplación santa; por la razón y el amor, por la ciencia razonable y la sabiduría que alcanza el fin20.

En este sentido Montanari interpreta que el brazo izquierdo dice relación al amor contemplativo o la sabiduría y el derecho, expresa la perspicacia de la razón, de la ciencia racional. Es decir, la razón atrae al amor, lo abraza; entonces el amor protege a la razón y la razón ilumina al amor21. Estas son dos modalidades de conocimiento, donde a una mayor sobriedad de la razón corresponde una mayor beatitud del amor. Esta idea es reforzada por Guillermo en la expresión delamor iluminado, que no desprecia a la razónpero concibe el peligro de un racionalismo arrogante22:

Iluminados por la gracia, se prestan mutuamente una gran ayuda; el amor vivifica la razón, y la razón ilumina el amor y se convierte en una mirada de paloma, simple para contemplar, prudente para guardarse del peligro23.

En el Comentario al Cantar, la esposa sólo con “ojos de paloma” será capaz de la visión espiritual más perfecta como goce anticipado de la visión beatífica24. La preocupación de Guillermo de Saint-Thierry se traduce en demostrar que el amor no se opone al conocimiento y nos entrega las razones por las cuales ellos se cooperan mutuamente25:

El primer conocimiento que el Esposo tuvo de la esposa, fue el don de la divina sabiduría, el primer movimiento del amor, la infusión gratuita del Espíritu Santo. Pero, con respecto a la esposa, conocer y amar al Esposo son una misma cosa, pues, en esta materia, el amor mismo es conocimiento2626.

En síntesis, Guillermo de Saint-Thierry desarrolla una teología sólida en torno a la mutua cooperación de razón y amor, como posibilidad del conocimiento humano; donde el amor introduce al hombre en un nuevo estadio de comprensión.

Amor y conocimiento

Esta frase, se inspira en el amor ipse notitia est de san Gregorio el Grande27.Para comprender esta identificación de Amor ipse intellectus est, se puede explorar el pensamiento de Guillermo y las correspondientes vertientes del siglo XII28. Ciertamente hay frecuentes referencias al modo de conocimiento entre los Padres de la Iglesia, las cuales tienen su fuente definitiva en Plotino.Este afirmaba que el conocimiento se tienecuando la parte del alma con la que se conoce, se unifica y se hace una sola con el objeto conocido. Si el alma y el objeto sigue siendo dos, el objeto queda exterior al alma misma.Entonces, sólo la unidad de los dos términos constituirá al verdadero conocimiento29.

Guillermo dice siempre Amor ipse intellectus est, así como el Esposo conoce al alma comunicándose a ella, la esposa, abriéndose a esa comunicación, merece conocerlo. Por el amor, el Esposo es, a la vez, poseedor y poseído30. Conocimiento y amor del novio y de la novia son lo mismo, ya que en esta relación el amor es en sí mismo conocimiento31. Es decir, se implican: el amor no rechaza el conocimiento, más la razón contribuye al crecimiento del amor y el amor aporta un conocimiento nuevo del ser amado:amor ipse intellectus est32. En este sentido para Guillermo la penetración mutua de razón y amor indican la “unidad de espíritu”, acto que no depende de nuestra disposición, sino es más bien una obra de la gracia divina3333. Entendido como el amor mismo por el cual Dios ama y se da al mismo tiempo34, no alcanzable por el propio esfuerzo35.

En esta comprensión es imposible separar el elemento afectivo del intelectual. Para Ch. A. Bernard, esta idea en Guillermo posee un cierto sabor agustiniano, si la memoria es fiel, ella tiende al amor por el conocimiento. En la experiencia concreta la dicotomía conocimiento-amor no puede ser expresión de una alternativa: o conocimiento o amor36, ni una reducción del uno o el otro37, ni mera fusión o confusión38. Para los espirituales del siglo XII amor y conocimiento son una sola y la misma realidad39. Amor y conocimiento han de darse en una perfecta circularidad y condicionamiento recíproco indisoluble tras la instancia afectiva e intelectiva40. De esto se puede interpretar una formal identificación de las facultades de razón y amor41. De este modo, en el pensamiento de Guillermo, razón y ciencia pueden llegar a ser constantemente sobrepasadas, sin ser jamás renegadas42.

Consiguientemente a la base de esta nueva comprensión para Guillermo amor y razón son un ojo único: “la razón instruye al amor y el amor ilumina la razón” y cuando se ayudan mutuamente es mucho lo que pueden43. Nuestro abad desarrolla una doctrina especial que va a ser historia, es la enseñanza de los dos ojos, que expresa así:

A menudo, una colaboración fiel hace de estos dos ojos uno solo; en la contemplación de Dios, obra ante todo del amor, la razón se transforma en amor, llegando a ser una cierta inteligencia espiritual y divina, que trasciende y absorbe toda razón44.

Finalmente, para Guillermo de Saint-Thierry, la importancia recae en la acción conjunta de razón y amor, los que iluminados por la gracia se prestan mutuamente ayuda.

En la teología mística de Guillermo, el conocimiento de Dios está pensado en peldaños de los cuales el conocimiento de sí mismo es el punto de partida, en el segundo peldaño se ubican amor y razón conjuntamente, ellos corresponden a los peldaños de scientia y sapientia. En la ciencia se mueve la razón y a la sabiduría le es propia el amor; entonces razón y amor serán sostenidos por la gracia que los “ilustra”45. Ambos ojos sin embargo, se transforman en el último peldaño en un transitus, donde el conocimiento se hace amor y el amor se hace conocimiento46.

Como indica Anneliese Meis este autor se encuentra describiendo “la fuente de todo bien y belleza” como fundante del progreso espiritual en cuanto desemboca en la “imitación de Dios”.Esto significa que el hombre modelado a imagen de su hacedor, se adhiere a Dios y se hace con Él un solo espíritu bello en el Bello, bueno en el Bueno.Todo esto dirá Guillermo a su modo, según la fuerza de su fe, la luz de su inteligencia y la magnitud de su amor; “llegando a ser en Dios por gracia, lo que Él es por naturaleza”.Entonces, con ello desea expresar que el amor no es algo agregado a la razón, sino transforma el cognoscere en sapere y experiri, alcanzando la semejanza con Él, por medio del Espíritu Santo y su gracia. En otras palabras, la participación en Dios, fuente de bien y belleza, surge, de la colaboración entre intelecto y amor47. En este sentido Guillermo destaca el texto de 1 Jn 4,19: “nosotros amemos, porque él nos amó primero”. Es decir, se implica el orden afectivo y la noción de receptividad48. Esto quiere decir, que por la presencia del Espíritu en el creyente, Dios podrá ser comprensible en el amor junto a la razón.

Se reconoce en este autor la especial contribución que realiza en la aplicación de este tema al dogma de la Trinidad, en cuanto hace referencia a su conocimiento experimental, basado en el texto de Jn 14, 20-21: “aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros”49. Nuestro abad, asegura una y otra vez que solamente el amor es capaz de comprender lo que Dios es. Esto no significa sin embargo, una fe subjetiva en el sentido de un dictado de los sentimientos, sino que el amor y el conocimiento de Dios se complementan mutuamente:

Al amante le está siempre presente en su espíritu aquello que ama, porque el amor en Dios es su conocimiento. A Dios sólo se le reconoce si se le ama y se ama si sólo es... Esta es la idea que se puede sintetizar en la frase “amor ipse intellectus est”.50

Conocimiento y amor se dan en una mutua interpenetración; mediada en y por el Espíritu; que para Guillermo es el posibilitador de la contemplación divina, en cuanto intus-legere51. De esta afirmación se puede concluir que el espíritu del hombre es una participación en el Espíritu Santo52.

Para J. M. de la Torre, Guillermo ofrece un sesgo renovado dentro de la más viva tradición con un objetivo relevante: el esclarecimiento del amor, cuya experiencia confiere consistencia a la persona y le garantiza su relación con Dios y con los demás hombres, claramente Guillermo tiene mucho que decir53. La interpretación del Cantar 1,6 y 1,11 describen un hito decisivo para el homo Dei, es decir, la esposa que se dirige en busca de Cristo Esposo. Esta gran idea ha quedado condensada en la siguiente afirmación del Comentario al Cantar:

Sin ninguna duda, el amor de Dios se identifica con su conocimiento; no se lo puede conocer sino amándolo, ni amar sino conociéndolo. Es decir, se conoce en la medida que se ama, se ama en la medida que se conoce54.

En este sentido se produce una concomitancia y aunque se afirma que lo primero produce lo segundo, se subraya que no se puede amar aquello que no se conoce y se lo ama en cuanto es conocido, entonces comprendemos que se trata de una prioridad lógica55. Ch. A. Bernard comprenderá esta cooperación de razón y amor en términos de sinergia e indivisión56. Si el encuentro amoroso con Dios afecta al hombre en toda su integridad, Guillermo advierte que el sentimiento es el verdadero sentido del amor. Guillermo no pretende desvirtuar ni minimizar el papel desempeñado por la razón, pero mientras que la razón se detiene ante la puerta, el amor decide entrar. Más con la ayuda del sentimiento y la emoción interior, el afecto, los límites del respeto y la razón se rebasan con facilidad57. Este es un elemento importante en el desarrollo de la antropología, en cuanto el amor y el conocimiento permiten al hombre restaurar la imagen perdida58. Según Guillermo es posible un cierto conocimiento de Dios a causa de la revelación del Verbo hecho hombre, que ciertamente no deja de ser un conocimiento indirecto en el espejo y en el enigma de la fe 59.

En síntesis, mediante esta alusión amor ipse intellectus est, nuestro abad ha subrayado la cooperación entre razón y amor, los cuales recíprocamente se implican en un conocimiento integral, que iluminado por el Espíritu Santo, posibilitan al hombreconocer y amar a Dios; esto es penetrar en el ámbito de la Trinidad.

Conclusión

A partir de la comprensión amor ipse intellectus est, Guillermo de Saint-Thierry ha desarrollado una teología sólida en torno a la mutua cooperación de razón y amor.Esta doctrina se transforma en un elemento importante en la espiritualidad monástica, ya que el conocimiento humano interpenetrado con elamor, introduce al hombre en un nuevo estadio de comprensión. Es decir, recíprocamente ciencia y sabiduría se implican en un conocimiento integral, que ha sido iluminado por el Espíritu Santo. Efectivamente, para el teólogo y místico del siglo XII esta unidad con Dios, significa penetrar en el ámbito de la misma Trinidad.

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Notas

[1]Gilson, E. La théologie mystique de S. Bernard. Paris: Published by Vrin,1980. 216.

[2]Cf Lanczkowski J. Guillermo de St-Thierry Diccionario de la mística, Monte Carmelo, 2000. 471-472.

[3]Cf Gobry I. Guillaume de Saint-Thierry. Maître en l´art d´aimer, Paris: François-Xavier De Guibert,1998. 14.

[4]Cf Dechanet J. Guillaume de Saint-Thierry. D Sp VI. Paris: Beauschene, 1967. 1241.

[5]Cf Buchmüller W. Die geistliche Lehre des seligen Wilhelm von saint-Thierry. Cistercienser Chronik 105 (1998) 248.

[6]Cf Gilson E. La théologie mystique..., 216.

[7]Cf Benedicto XVI. Audiencia General del 2 de diciembre de 2009.

[8]Cf Gilson E. La théologie mystique..., 217-218.

[9]Cf De La Torre J.M. Guillermo de Saint-Thierry: un formador de creyentes. Madrid: Publicaciones Claretianas, 1993. 119.

[10]Cf Verdeyen, P. Parole et Sacrament chez Guillaume de Saint-Thierry. Collectanea Cisterciensia 49(1987) 219.

[11]Cf Vuillaume, C. La connaissance de Dieu d´après Guillaume de Saint.Thierry. Collectanea Cisterciensia 57(1995) 265-266.

[12]Cf Cf Gilson E. La théologie mystique..., 222.

[13]Cf De La Torre J.M., Guillermo de Saint-Thierry: un formador..., 185.

[14]Cf De La Torre J.M., Guillermo de Saint-Thierry: un formador..., 185. Citando la Carta de Oro 276. 15.Cf De La

[15]Cf De La Torre J.M., Guillermo de Saint-Thierry: un formador..., 185. Citando la Carta de Oro 276.

[16]Cf CCEE 136. Comentario al Cantar de los Cantares.Traducción del texto latino y de las notas de Roberto Thomas: Hna. María Rosa Suárez.Buenos Aires: Padres Cistercienses 1979.

[17]Saint-Thierry Guil. EpMD PL 184,353 A: Et quidem de nonnullis quae ad Deum spectant, fas est et possibile homini rationem habenti aliquando cogitare et disquirere… Ipsum vero quod est id ipsum, id quod est cogitari omnino non potest, nisiquantum ad hoc sensu illuminati amoris attingi potest.

[18]ExCC 27, LL 089 § 132,94. Inteligencia del amor.

[19]Cf CCEE 136.

[20]ExCC 27, LL 077 § 132,93. Sicque quasi duobus brachiis seu duabus manibus sponsa dilecta ad cor, ut dictum est, sponsi adstringitur, id est actionis bonae et sanctae contemplationis, rationis et amoris, uel rationabilis scientiae et efficacis sapientiae.

[21]Cf Montanari A., Simbolismo ed esegesi nell’ Expositio Super Cantica Canticorum di Guglielmo di Saint-Thierry.Rivista Cistercense 15(1998) 260-261.

[22]Cf Como G., Ignis Amoris Dei. Lo spirito santo e la trasformazione dell´uomo nell´esperienza spirituale secondo Guglielmo di Saint-Thierry, Roma: Pontificio seminario Lombardo, 2001.159.

[23]CCEE 92

[24]Cf Fassetta R., Le Mariage spirituel dans les Sermons de saint Bernard sur le Cantique des Cantiques (I).Collectanea Cisterciensia 48(1986)166.

[25]Cf Delesalle J., Amour et Connaissance. “Super Cantica Canticorum” de Guillaume de Saint-Thierry. Collectanea Cisterciensia 49(1987) 341.

[26]ExCC 10, LL 073 § 54,47. Prior enim sponsi ad sponsam cognitio diuinae fuit sapientiae donatio; prior dilectio sancti Spiritus gratuita infusio; cognitio uero sponsae ad sponsum et amor | idem est, quoniam in hac re amor ipse intellectus est.

[27]Sancti Gregorii Magni, Hom. In Evang. PL 76,1207 A. Dum enim audita supercoelestia amamus, amata jam novimus, quia amor ipse notitia est. 28

[28]Cf Zwingmann, W.Affectus illuminati amoris. Über das Offenbarwerden der Gnade und die Erfahrung von Gottes beseligender Gegenwart.Cieaux 18(1967) 206.

[29]Cf Abbagnano, N. Diccionario de Filosofía, México: Fondo de Cultura Económica, 1986. 218.

[30]Cf CCEEpág. 70.Citando nota a pie de página 18

[31]Cf Ruh, K. Amor deficiens und Amor desiderii in der hoheliedauslegung Wilhelms von St. Thierry. Ons Geestelijk 63/64(1989) 83.

[32]Cf Delesalle, J. Amour et Connaissance. “Super Cantica Canticorum”..., 342 y 343.

[33]Cf Ruh, K. Die Augen der Liebe bei Wilhelm von St. Thierry.TZ 45(1989) 109.

[34]Cf Davy, M. M. Théologie et Mystique de Guillaume de Saint-Thierry. Paris: Librairie Philosophique J. Vrin,1954. 158.

[35]Cf Buchmüller, W. Die geistliche Lehre des seligen..., 233

[36]Cf Bernard, Ch. A. Le Dieu des mystiques..., 290.

[37]Cf Vuillaume, C. La connaissance de Dieu..., 266.

[38]Cf Como, G. Ignis Amoris Dei. Lo spirito santo e la trasformazione dell´uomo nell´esperienza spirituale secondo Guglielmo di Saint-Thierry..., 163-164.

[39]Cf Javelet, R. Intelligence et AmourChez les auteurs spirituels du XII siècle. Revue d´ascetique et de mystique 37(1961) 286.

[40]Cf Como, G. Ignis Amoris Dei. Lo spirito santo e la trasformazione dell´uomo nell´esperienza spirituale secondo Guglielmo di Saint-Thierry..., 165.

[41]Cf Brooke, O.The Trinitarian Aspect of the Ascent of the Soul to God in the Theology of William of St Thierry. Recherches de ThéologieAncienne et Mediévale 26 (1959) 111.

[42]Cf Verdeyen, P. La Théologie Mystique de Guillaume de Saint-Thierry. Paris: FacEditions, 1990. 34.

[43]Cf CCEE pág. 94. Citando nota a pie de página 281.

[44]CCEE 92.

[45]Cf Meis, A. Razón y amor en la Teología Medieval incipiente. Teología y Vida 63(2002) 561.

[46]Cf Ruh, K. Die Hoheliederklärungen Bernhards von Clairvaux und Wilhelms von St. Thierry, en Schmidtke, D. (ed). Stuttgart: Cannestaat, 1990. 22-23.

[47]Cf Meis, A. Razón y amor..., 299 y 300.

[48]Cf Bernard, Ch. A. Le Dieu des mystiques..., 280.

[49]Cf Brooke, O. The Trinitarian Aspect of the Ascent of the Soul to God in the Theology of William of St Thierry..., 118-121.

[50]Cf Buchmüller, W. Die geistliche Lehre des seligen..., 235.

[51]Cf De La Torre, J.M. Guillermo de Saint-Thierry: un formador..., 120.

[52]Cf De La Torre, J.M. Guillermo de Saint-Thierry: un formador..., 121.

[53]Cf De La Torre, J.M. Guillermo de Saint Thierry.El hombre y el teólogo. Del misterio del hombre al misterio de Dios. Cistercium 45 (1993) 504.

[54]CCEE 76.

[55]Cf Como, G. Ignis Amoris Dei.Lo spirito santo e la trasformazione dell´uomo nell´esperienza spirituale secondo Guglielmo di Saint-Thierry..., 166.

[56]Cf Bernard, Ch. A.Le Dieu des mystiques...,241-245.

[57]Cf Verdeyen, P. Influencia de Guillermo de Saint-Thierry y Bernardo de Claraval en Beatriz de Nazaret. Cistercium 70(2000) 627.

[58]Cf Mcginn, B.The Growth of Mysticism. New York: Crossroad, 1994, 234.

[59]Cf De La Torre, J.M. Guillermo de Saint-Thierry: un formador..., 223-224.