Rostros del mal y poética de salvación al sur de América (un recorrido por heridas y sanaciones según el cantar teopoético latinoamericano)    
Faces do mal e poesia da salvação na América do Sul (uma viagem por feridas e curas segundo o canto teopoético latino-americano)     

Maria Clara Bingemer*
*Doutorado em Teologia Sistemática pela Pontifícia Universidade Gregoriana (1989). Atualmente é professora titular no Departamento de Teologia da PUC-Rio. Contato: agape@puc-rio.br
 

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Before the message there must be the vision, Before the sermon the hymn, Before the prose the poem Amos Wilder, Grace Confounding:Poems (Antes del mensaje, debe haber la visión, Antes del sermón, el himno, Antes de la prosa, el poema) 

 

Nos parece que las palabras del poeta, pastor y profesor de teología Amos Wilder - citadas en el Prefacio de su obra , Grace confounding; Poems,1 y comentadas en el bello texto de Roberto Goyzueta “U.S. El Catolicismo Popular Hispano como Teopoética”2 - son aptos para iniciar esta comunicación en los rostros del mal y la salvación. Los Autores - Wilder y Goyzueta - quieren subrayar la importancia de recuperar lo simbólico, lo imaginativo, lo afectivo, es decir, todo lo que no es estrictamente racional para que la teología de hoy todavía pueda decir algo al ser humano en su sed de Dios. Al hacerlo, también pretenden rescatar una experiencia del misterio divino que en cada momento se acerca a sus vidas proponiendo una vida plena y una comunión amorosa3

En la liturgia, la alabanza, el cántico, el himno son formas de expresión que conecta el ser humano con Dios. Estas formas de expresión traen consigo lenguajes. El de la religión y la liturgia, ciertamente, pero también y no menos importante el de la poesía, el arte, la literatura, la música y todas las demás formas estéticas que la humanidad inventó en su historia de muchos miles y hasta millones de años. 

En esta comunicación buscaremos ver como la estética en sus diversas formas alimenta la expresión de la fe a través de los siglos, sea alabando la maravilla de la creación, cantando la bondad de Dios, pero igualmente denunciando el mal en todas sus insidiosas formas, proclamando como Dios libera y salva de todas las formas de este mal. 

Veremos como los rostros del mal y de la salvación se revelaron en un determinado período de la historia reciente de la América Latina y como la Iglesia post Conciliar, que hizo la recepción del Concilio a partir del evento de la II Conferencia del Episcopado latinoamericano, en Medellín, Colombia, en 1968, reconoció esas expresiones teopoéticas como legítimas y dignas de figurar al lado de la liturgia, la teología y el lenguaje eclesial. Concluiremos viendo como estas experiencias revelan algo igualmente sobre la misión del teólogo en cuanto teopoeta y cantor del misterio de Dios. 

La teopoética como mediación hermenéutica legítima de la fe

Los dibujos y pinturas en las paredes de las cuevas de los grupos humanos primitivos, los primeros garabatos, los fragmentos encontrados en diferentes partes del planeta dan testimonio de esta primordialidad de la imaginación y el aliento creativo que hace caminar a la humanidad hacia su vocación que, en términos bíblicos, significa ser un cuerpo animado por el espíritu divino. 

Para hablar de este misterio hay que pasar por un lenguaje conceptual, riguroso y académico, pero no necesariamente detenerse indefinidamente en él. Los conceptos y enunciados son importantes y pertinentes, pero las tradiciones teológicas occidentales y orientales, místicos y profetas de todos los tiempos nos dicen que hay más posibilidades, siempre abiertas, para proponer un discurso teológico. “Hay formas más poéticas, evocadoras, empáticas, performativas, implicadoras, esperanzadoras de hablar de Dios ... que mueven al lector más que la simple” pasividad “asimilativa ...”4 

El gran hermeneuta francés Paul Ricoeur, por su parte, dijo prácticamente lo mismo al afirmar que una vez que el texto es algo vivo y deja al autor y al primer lector, viaja por el mundo reescrito y reinventado. Ricoeur llega a la conclusión de que la poética es la forma más adecuada, o al menos la primera para hablar de Dios.5 Entonces, no sólo entran “la teopoética” sino la “teo-praxis”. Más precisamente, una “teo-poietica”.6 

Por lo tanto, hay momentos y situaciones en las que, para entrar en contacto con el Misterio que lo habita en forma de deseo y sed, el ser humano utiliza el lenguaje poético para hacerlo. Si todavía tiene dudas, simplemente consultemos la Biblia. Allí se pueden encontrar varios géneros literarios y la poética, la estética, el himno, la invocación, la alabanza, nos llegan en cada línea y en cada letra. 

Así es en el Nuevo Testamento, por ejemplo. Las parábolas de Jesús son consideradas poéticas por más de un autor y comentarista.7 Cuando se analizan, están sujetas a discusión sobre si la estética debe considerarse independiente del autor.8 Pero en el caso de Jesús, esta disociación no procede. Sus parábolas son un reflejo de su mundo interior, su comprensión del reino. Según J.D. Crossan, “la obra de arte y la objetivación final de la intuición poética, lo que la obra en definitiva aspira a trasmitir es el alma de los demás y esa intuición poética que estaba en el alma del poeta”.9 Así sucede con Jesús que toma elementos de su contexto vital, con su visión inspirada por el Espíritu Santo y transmite su experiencia de Dios a sus discípulos y a quienes lo siguen. Así, su sensibilidad, su profunda vinculación y compromiso con la experiencia que convive con su creatividad y observación de la realidad le llevan a comprender y transmitir lo que considera más importante: su amor al Padre y su proyecto para el Reino. Por eso, su fantasía creadora, su imaginación inspirada, las parábolas que narra son decisivas para el sentido que comunica.10 

La teología latinoamericana ha seguido de cerca este camino y por eso se puede entender e interpretar desde la teopoética jesuanica. Si bien es cierto que buena parte de su contenido es conceptual, explicativo, riguroso, no es menos cierto que sus autores utilizaron distintos géneros literarios como canciones, himnos, conversaciones, relatos, imágenes, componiendo una teología llamada “de la liberación” para decir su fe, su espiritualidad, su teología. Es más: junto a los autores más especulativos de esta teología, también hay otros autores que se han centrado más en la religiosidad popular y en la imaginación de los simples y pobres y a partir de ahí elaboraron su teología.11 Muchos de ellos no reclaman el título de teólogos para sí mismos o no trabajan directamente en la academia, pero su pensamiento y discurso son claramente teológicos y, por lo tanto, así deben ser considerados. 

La teopoética latinoamericana utiliza autores y obras que no trabajan en el campo de la teología, sino en el arte, la literatura, el cine, en la imagen entendida en su sentido secular. En su arte y poética tiene en común con la teología la sed de sentido de la vida, la sed de justicia, libertad y vida plena y fe en la humanidad. Como tales, están en sintonía con el proyecto de teología latinoamericana de los últimos cincuenta años. Creemos que en los “cantos, rituales, imágenes y evocaciones” de estas personas se pueden encontrar elementos que, si no directamente teológicos, pueden ayudar en la construcción y elaboración de una teopoética liberadora. 

Cuando pensamos en una teología de la liberación, no podemos dejar de pensar en las comunidades y las personas en sus liturgias, sus colores, su danza, sus historias tan cargadas de espíritu y experiencia. Pero tampoco podemos excluir de nuestra reflexión las experiencias extremas de la lucha por la justicia y la libertad que han emprendido tantos latinoamericanos, cristianos o no; las experiencias de dolor y persecución que marcaron el rostro de esta Iglesia que quiso ser pobre con los pobres para ayudarlos a liberarse de la pobreza; las experiencias que marcaron indeleblemente el rostro de la Iglesia y la teología del continente. 

En la teopoética latinoamericana está presente un deseo de Dios que tiene rostro de justicia y libertad. Justicia, Libertad y Vida son los otros nombres con los que los pueblos del sur del mundo, “desde el fin del mundo”, como dice el Papa Francisco de sí mismo, comprenden y experimentan a Dios. Nuestro deseo y nuestro objetivo es traer aquí algunas configuraciones de este rostro colectivo del mal y la salvación en la Patria Grande. Esperamos que los mismos nos ayuden a pensar más profundamente en el mal de la injusticia y la violencia y la redención que la mirada de la fe puede vislumbrar a través del dolor y el sufrimiento la redención y salvación que, con tinte pascual se puede vislumbrar al sur de Rio Grande. 

a) El desierto de la tortura y la violencia: Atacama, Chile

El desierto de Atacama se encuentra en la región norte de Chile. Es el desierto más alto y seco del mundo. El paisaje no se parece a nada que se pueda ver en otras regiones desérticas. En Atacama conviven volcanes, picos nevados, géiseres, dunas, acantilados, valles, lagos y formaciones rocosas muy antiguas. 

Las temperaturas del desierto oscilan entre 0 grados Celsius por la noche y 40 grados durante el día. Contrariamente al estereotipo de lo que debería ser un desierto, Atacama, el desierto más árido del mundo, está lejos de ser “solo arena”. Aunque seco, el desierto ofrece flores de rara belleza. El autor chileno Luís Sepúlveda, en el libro Las Rosas de Atacama, dice: “Ahí las tienes. Las rosas del desierto, las rosas de Atacama. Las plantas siguen ahí, bajo la tierra salada. Los atacameños, los incas, los conquistadores españoles, soldados de la guerra del Pacífico, salitreros. Allí permanecen y florecen una vez al año”12.  

Allí, sin embargo, quien pisa la tierra también mira al cielo. No es solo donde los pies aterrizan y caminan que se encuentra el mayor interés de este desierto. El cielo de Chile en Atacama, es considerado el más iluminado y propicio para la observación de estrellas celestes. El potencial del cielo de Atacama no es solo para los turistas. Al contrario, ha llamado la atención de astrónomos de todo el mundo. 

¿Por qué la teología llama la atención sobre un lugar que, después de todo, es el más buscado por turistas y astrónomos, así como por arqueólogos, que estudian la composición de los suelos y las marcas dejadas en las paredes y cuevas por los pueblos originarios que vivieron? allí antes de ser expulsado por el hombre blanco? Ciertamente la belleza natural, tanto de la tierra como del cielo, se refiere a una prioridad teológica de hoy: la ecología. Como dice el Papa Francisco en su reciente encíclica «Laudato Si”, el universo es nuestra casa común. Y la actitud para acercarnos a la naturaleza y al entorno debe ser de “admiración y encanto”, así como estamos llamados a “hablar el lenguaje de la fraternidad y la belleza en nuestra relación con el mundo”. Sigue Francisco de Roma comentando a Francisco de Asís: “La naturaleza es como un libro espléndido donde Dios nos habla y transmite algo de su belleza y bondad: “ En la grandeza y belleza de las criaturas, contemplamos, por analogía, a su Creador ”(Sab 13, 5) y “lo invisible en Él, su eterno poder y divinidad, se ha hecho visible a la inteligencia, desde la creación del mundo, en sus obras” (Rm 1, 20)13

Como dice “Laudato Si”, el mundo es más que un problema por resolver; es un misterio gozoso que contemplamos con alegría y alabanza14. Contemplar la belleza de las formaciones rocosas de Atacama, investigar los orígenes de nuestra especie y muchas otras que ya han desaparecido, mirar al cielo y mirar las estrellas nos permite conocer cómo están hechos nuestros cuerpos y encontrar una comunión maravillosa y agradecida con el Creador que nos hizo del polvo de las estrellas y del barro de la tierra.15 Y sin embargo el Papa Francisco nos recuerda: “En este universo, compuesto por sistemas abiertos que se comunican entre sí, podemos descubrir innumerables formas de relación y participación. Esto también nos lleva a pensar en el todo como abierto a la trascendencia de Dios, dentro de la cual se desarrolla. La fe nos permite interpretar el significado y la misteriosa belleza de lo que sucede”16. Precisamente por ser misteriosa, la belleza de la naturaleza esconde secretos. Algunos de estos secretos son maravillas que la ciencia está desvelando para hacer sus descubrimientos. Otros son secretos que revelan horrores y tragedias vividas por la humanidad que muchos quisieron hacer desaparecer pero que la naturaleza devuelve y comunica a través de los movimientos más sorprendentes desde adentro.17

Hay otra capa simbólica y significativa del desierto de Atacama que puede conducirnos a una teopoética del mal y la salvación: es el desierto como lugar de muerte y violencia, que esconde los secretos de miles de víctimas silenciadas para siempre por una de las más importantes. represiones violentas que ha vivido el continente latinoamericano. Además de ser el lugar de la desaparición y diezmado de pueblos y civilizaciones enteras ya desde mucho tiempo, el Desierto de Atacama fue y sigue siendo una tumba de torturados, desaparecidos y víctimas de la dictadura militar que gobernó Chile de 1973 a 1989. Aunque viene por muchos años guardando su secreto, el desierto empezó a desvelarlo poco a poco. Precisamente por ser tan seco, el contexto climático de Atacama impide que los cuerpos se descompongan rápidamente como ocurriría en ambientes más húmedos. Y en cuanto aparece el suelo del desierto emergen no solo las rosas celebradas por el poeta Luis Sepúlveda o las pinturas primitivas que los arqueólogos descubren en las paredes de las cuevas, sino restos humanos: huesos, mandíbulas, carne momificada.18 

La teopoética del mal y la salvación se lleva a cabo en este desierto de muchas formas. Y Patricio Guzman19, documentalista y cineasta chileno, autor de varias películas importantes y premiadas, expresa su hambre y sed de justicia utilizando el Atacama como fuente de inspiración en una hermosa película: “Nostalgia de la luz”, 2009. Ahí muestra al desierto como el centro de dos dinamismos muy diferentes: por un lado, es sede de importantes estudios astronómicos y arqueológicos; y por otro, es el lugar donde familiares y parientes -muy específicamente mujeres- de perseguidos políticos desaparecidos de la dictadura de Pinochet realizan búsquedas tras encontrar los restos de sus familiares. 

Si el desierto es un lugar para experimentar una sed biológica y real, quizás la sed de justicia que emerge al contemplar Atacama es la que más habla de Dios por el reverso de la belleza, por la monstruosidad de la violencia, la tortura y la injusticia. Habla a través de la mirada inspirada del cineasta que presenta esta monstruosa realidad en medio de imágenes de rara belleza. Habla a través de los empleados del museo que custodian cuidadosa y cuidadosamente los restos humanos que poco a poco se van descubriendo en el desierto, cartas macabras de un pasado espantoso. Pero hablan sobre todo de la fidelidad inquebrantable del grupo de mujeres que, hasta hace poco, décadas después de la era Pinochet, seguían buscando los restos de sus seres queridos y no descansarán hasta que lo hagan.20 

La película de Patricio Guzmán es una meditación sobre la memoria, la historia y la eternidad. Con fotografías de altísimo valor estético, explora no solo la belleza de la tierra y el cielo, sino también el lado oculto del desierto, que guarda secretos de un pasado mucho más árido que su suelo. Junto a los restos de momias humanas de la época precolombina, se siguen encontrando huesos y restos de presos políticos desaparecidos en los años de la dictadura. Y mientras los astrónomos escanean los cielos en busca de nuevas galaxias y estrellas; los arqueólogos buscan civilizaciones antiguas; viudas, madres, hermanas, hijas y novias buscan incansablemente lo que quede de sus seres queridos, a quienes desean al menos enterrar con dignidad. 

Una de ellas, Victoria, logró encontrar y recibir el pie de su hermano. Y con esa parte de tu cuerpo pudo tener una conversación, un reencuentro, llamándolo por tu nombre. Otra busca sin descanso a su marido. Querían darle una mandíbula que decían que le pertenecía. Ella no lo aceptó porque lo quiere todo. Violeta, de 70 años, dijo que no descansaría hasta encontrar a Mario como un todo. Y después de eso puedes morir en paz. 

b) El desierto de la represión urbana: Buenos Aires, Argentina

Aunque otros países de América Latina no tienen un lugar como el Desierto de Atacama en su territorio, las poéticas del mal y la salvación se dan en otros lugares de ocultación y revelación de la violencia. Eso pasó en diferentes países del cono sur de América, como Brasil, Argentina, Uruguay. La configuración de la lucha y la represión es muy similar. Muestra a jóvenes universitarios, pero también intelectuales, artistas en una lucha por democracia, libertad y justicia. Se enfrentan a un Estado autoritario que reprime sus iniciativas con diversos medios, entre ellos (y diría sobre todo) la tortura y la intimidación de muchas formas. Estas torturas resultan muy a menudo en la muerte de las víctimas y en la necesidad de hacer desaparecer sus cuerpos para que luego no se pueda encontrar un rastro de su presencia o incluso de su existencia. 

El mal ahí tomaba el aspecto de una “liturgia” que puede tomarse en perversa analogía con las liturgias religiosas. La tortura se convierte en el aparato de la “imaginación del estado”, inscribiendo cuerpos para desempeñar papeles en el proyecto imaginativo de un estado-nación.21 Es una liturgia basada en el miedo, que junto con el silencio y la desaparición de la presencia visible de las personas crea un clima propicio para el desmantelamiento de un cuerpo social que podría rivalizar con el poder del estado totalitario.22 Un desierto simbólico y creado donde la inexplicable e ininteligible ausencia de las víctimas pretende desembocar en un silencio definitivo e ininterrumpido.  

También ahí hay una teopoética que denuncia la violencia y crea nuevos lenguajes y dispositivos imaginativos para hacer hablar a víctimas y muertos. En Argentina, que tiene miles de desaparecidos oficiales,23 las mujeres vuelven a ser las protagonistas. En un movimiento aún mayor que el de Chile, jugaron un papel decisivo en la desestabilización de la sangrienta dictadura militar. Su acción pacífica y silenciosa, llena de profundo simbolismo, denunció lo que intentaba mantener oculto y desaparecido bajo el cruel manto del totalitarismo. Nos referimos al movimiento de las Madres de la Plaza de Mayo que desde 1977 se unen y adoptan como estrategia pasear los jueves de cada semana su dolor y la huerfanidad de sus hijos perdidos bajo la ventana de la Casa Rosada, Palacio Presidencial, en Buenos Aires. 

Las Madres de Plaza de Mayo viven en y desde la memoria de sus hijos y pasean su ausencia en el espacio público. Se cubren la cabeza con un paño blanco, que simboliza el pañal de quienes alguna vez fueron pequeños y a quienes cuidaron con desvelo materno. Este es el símbolo de su duelo y su lucha, del dolor que deja preñados para siempre sus vientres y su deseo de justicia y paz. 

Lo que animó a estas mujeres y las hizo afrontar sin miedo el terror de la represión fue el recuerdo vivo de sus hijos, compuesto de imágenes, fotos, gestos, pasos, voces. Tener eso adentro de ellas las hizo indomables y les dio fuerzas para enfrentar todos los peligros. Con una bandera de lucha absolutamente privada, como la maternidad, crearon una lucha política de proporciones inimaginables. Porque, “¿qué es la valentía y el llamado coraje si no saber que lo frágil no se rompe, que no se puede engañar, que todo es posible?”24 

Como el grupo de mujeres de Atacama, las madres y abuelas están en estrecha alianza con la vida y por eso creen más que nada en la vida que brota de sus entrañas y que fue el fundamento de la vida de sus hijos. La violencia se llevó los frutos de su vientre, pero no permiten que sean olvidados. Y buscan a sus nietos, hijos de sus hijos e hijas.25 Las madres engendraron el movimiento de las abuelas y hoy ya han encontrado a más de 150 de los nietos desaparecidos y entregados a otras familias para que los críen. Las mujeres del pañal blanco hablan desde su fragilidad. Y los recuerdos de aquellos a quienes una vez dieron a luz y que a su vez dieron a luz a otros no se pierden en la noche del tiempo. 

Realizan talleres de escritura, dibujo y arte, porque sus vivencias expresan poesía. Siempre están vinculadas a artistas, poetas, cantantes, músicos, porque poetizan su misión de manera espontánea y cotidiana. “Reinventan a sus hijos como militantes y entienden que no se trata de reportar el horror solo como testimonio del pasado. Actualizan y sitúan los hechos reales, sin ceder ni revertir, como si cada día se limpiaran la vida. Este riesgo las acerca a los deseos íntimos que siempre están presentes en la imaginación activa. Hay un margen de creatividad que las rodea. En cada paso que dan, muestran su presencia más allá de la soledad. Están inextricablemente acompañadas por sus amados rostros. Esto las hace sentirse insobornables.”26 

Junto a ellas había otras mujeres que no eran madres biológicas pero que no vivían menos su maternidad. Son religiosas, consagradas, que lucharon por los pobres y la justicia de acuerdo con las prioridades apostólicas y pastorales de su Iglesia y durante la dictadura asumieron la causa de las mujeres huérfanas de sus hijos. Caminaban con ellos todas las semanas con la misma tela blanca en la cabeza. Entre ellas, destaca el grupo de las religiosas francesas, Yvonne Pierron, Leonie Duquet y Alice Domon, quienes se unieron a las madres y militaron en su grupo. Leonie y Alice fueron arrestadas, salvajemente torturadas y asesinadas. Yvonne logró escapar a última hora en un avión y desde Europa siguió trabajando y ayudando a concienciar a los europeos sobre las atroces injusticias que vivían los presos políticos en Argentina.27 

Los restos de Leonie Duquet fueron encontrados en la costa atlántica y su cuerpo enterrado en diciembre de 1977 como indigente (código NN: probable hombre) en el cementerio municipal de General Lavalle, provincia de Buenos Aires. Gracias a las pruebas genéticas, estos restos pudieron ser identificados y su identidad anunciada por el diario La Nación el 30 de agosto de 2005. 

Tal como el desierto, aquí aparece un nuevo elemento de redención contra el mal y la violencia: el agua. Leonie, como tantas otras víctimas de la dictadura, no fue enterrada en el desierto. No fue la sequedad del Atacama que le devolvió la memoria que había ayudado a construir para que se hiciera justicia por los demás. Su cómplice fue el agua del Río de la Plata y el Océano Atlántico, que devolvió su cuerpo y el de muchos otros que teóricamente eran dados por perdidos. 

c) El agua un lugar de muerte y complicidad en la vida: Chile y Argentina

El cineasta chileno Patrício Guzman realizó una segunda película, cuyo tema ya no es el desierto, sino el agua. Se llama “El botón de nácar” y fue lanzada en 2015. Allí, la magistral cámara del documentalista ya no explora el desierto, sino el agua de Chile: sus hermosos glaciares, su mar, sus ríos. Si en la película anterior el personaje central es el desierto, en esta es el agua. Y el agua que baña, lava, corre, hace ruidos absolutamente originales, limpia, deslumbra la vista, toma formas que a veces son sólidas, a veces líquidas, a veces vaporosas y adquieren coloraciones que pasan por el verde, el azul, el gris. Agua que es la forma de vida, el hábitat, el hogar de los pueblos originarios que se alimentan y viven de ella. Estos pueblos son retratados por la película con la riqueza de su cultura, su lengua, su identidad casi extinguida por la agresión de los blancos. 

El agua ahora está controlada, la pesca industrializada y la gente del agua expulsada de su hábitat natural. Los que se quedan preservan su lengua y cultura identitaria con el cuidado de quienes cuidan un álbum familiar. Y se sienten miembros de una nación, de un pueblo, no reconociéndose en cuanto ciudadanos chilenos, perdidos en un colectivo con el que no se identifican.28  

Patricio Guzman no se detiene, sin embargo, solo en los pueblos originarios. Los conecta con otras víctimas del totalitarismo y la violencia: los asesinados durante la dictadura militar de Pinochet. Si el desierto no enterraba para siempre a las víctimas de la injusticia, en este caso, el agua no aceptó ser el lugar de la desaparición definitiva de aquellos que la represión pretendía transformar en eternos ausentes. Y así, el 9 de septiembre de 1976, se encontró el cuerpo de una mujer en la costa chilena, en la playa La Ballena. Inexplicablemente intacto, este cuerpo fue examinado por los forenses, quienes llegaron a su identificación. Se trataba de Marta Ugarte, maestra de 42 años, secretaria de Educación del gobierno de Allende, detenida, torturada y asesinada por la dictadura. Su rostro estaba intacto, sus ojos muy abiertos y todos se sorprendieron de que pareciera estar mirando a los que examinaban su cadáver.29

De hecho, los ojos muy abiertos de Marta miraron a sus asesinos. El examen forense realizado a su cuerpo detectó señales de tortura, pero también de ahorcamiento. Y concluyó que la víctima que estaba destinada a tener su cuerpo tirado al océano atado a una barra de Hierro muy pesada a fin de no flotar, como sucedía con todos em los “vuelos de la muerte”, había llegado a la playa sin el peso de aquella cruz de hierro. Marta no había muerto con la habitual inyección de pentotal30 aplicada a los destinados a ser tragados por agua. Al ver que estaba viva, sus verdugos la ahorcaron con el alambre que ataba los cadáveres a la barra de hierro y los arrojó al mar. Marta sintió la última violencia sobre su cuerpo torturado y sus ojos se abrieron a la eternidad, testigos elocuentes del secreto que guardaban. 

Como habían atado mal el cable al cadáver, el mismo se soltó en el agua. Y el cuerpo de Martha Ugarte pudo llegar a la playa. El descubrimiento desencadenó todo un movimiento de búsqueda que permitió no solo encontrar los restos de varias personas desaparecidas sino también detectar el método. cruel que la dictadura utilizó con sus víctimas. El itinerario: detención intempestiva e incógnita + desaparición del preso + tortura para quebrarlo externa e internamente + muerte por inyección letal + lanzamiento del cuerpo al océano, se repitió con innumerables víctimas. De algunos, solo se encontró la barra de hierro unida al cuerpo para que hundiera y no flotara. El propio cuerpo ya había desaparecido. Algunos vestigios, entre ellos el botón de nácar clavado en unas prendas que quedaron pegadas a la varilla de hierro, dieron nombre a la película de Patricio Guzmán: El botón de nácar. Desde el agua, la vida grita y se anuncia gracias al mar que no guarda para siempre a sus muertos, sino que los a fin de que los crímenes no queden impunes y haya Pascua y resurrección y no solo muerte y tumba.31

La profesora Marta Ugarte no dejó de enseñar ni siquiera con su muerte. Su cuerpo devuelto por las aguas cómplices del mar de su país trajo consigo una escritura consistente y profunda, narrando historias que los dictadores pretendían enterrar y hacer olvidar. El cantautor chileno Patricio Manns32 compuso un poema dedicado a ella, la pionera de las víctimas cuya “aparición” inauguró el juicio final mencionado en el libro de Apocalipsis 20:13, “cuando el mar había devuelto a sus muertos”. La verdad salió a la luz en su cuerpo de mujer torturada y asesinada e inició el proceso de desvelar los horrendos crímenes de la dictadura militar chilena y de todas las dictaduras del continente. Como dice el poema de Patricio Mans y Alejandro Merino:  

Vino del mar 
envuelto en agua azul, 
el disfraz de los malos,
 dormir en ellos 
aceite de espuma y sal
sobre su propia herencia mortal. 
Vino del mar 
con una cicatriz 
quien compartió su pecho en dos, 
traído por 
una pluma furiosa que eternizó su indefensión. 
Vino del mar 
más blanco que la sal 
ahí estaba el hueso mi arteria del amor 
y todo lo que hay 
muerta en la playa gris 
bajo un resplandor crepuscular. 
Vino del mar 
más negro que el carbón 
para iluminar la noche de mi amor 
y todo lo que encendió 
un fuego sin furor 
para escuchar mi corazón. 
Vino del mar 
y era una estrella azul 
bailando en altos salares. 
Me entregaste 
porque me ataste 
toda la eternidad.  

El agua habla, al igual que el desierto. Habla la voz del Desierto de Atacama, del Océano Pacífico, del Río de la Plata y del Océano Atlántico. Hablan de una alianza indisoluble de todas las formas de vida entre sí, capaz de frustrar los planes de violencia. La película “Nostalgia de la luz” y “El Botón de Nácar” de Patricio Guzman, los poemas compuestos en honor a las víctimas, las canciones, las pinturas, los escritos realizados en los “talleres” de las madres de Plaza de Mayo son una conspiración contra el mal y la negación del silencio de Dios ante la injusticia. El Dios de Jesús no permite que la muerte tenga la última palabra, como tampoco lo permitió con su Hijo. Sigue hablando por su Espíritu que, en los albores del mundo, sopló sobre el caos primordial y separó las aguas de la tierra. Y las palabras inscritas en los cuerpos de las víctimas de la violencia y la injusticia hablan de su identidad: él es el Dios de la vida y no un ídolo de la muerte. Y este lenguaje espiritual en forma de imagen, arte, escritura puede consolar a quienes lloran ausencias y saciar la sed de justicia y verdad que es inherente a todo lo que proviene del Espíritu de Dios. 

Así como la tumba no se cerró para siempre sobre el cuerpo de Jesús de Nazaret, el Desierto de Atacama no disolvió a las víctimas del terror que dominó Chile y Argentina durante más de 20 años. Las aguas del Pacífico y del Río de la Plata no se tragaron los cuerpos arrojados desde los aviones asesinos, sino que los devolvieron, haciendo prevalecer la verdad, que libera y les permite ser felices, - bien aventurados - los que experimentan. hambre y sed de justicia. 

d) Profecía y teopoiesis de la Iglesia: Brasil

La dictadura en Brasil tuvo menos víctimas que en Chile y Argentina. Pero como cuando se trata de vidas humanas, las matemáticas no son el mejor enfoque, en Brasil hubo tortura, violencia, muerte. La teopoética resultante fue igualmente abundante y cargada de espíritu. 

En el caso de los frailes dominicos detenidos y torturados en São Paulo, Brasil, acusados de simpatizar con el Partido Comunista por esconder en su casa al líder Carlos Marighela,33 la teopoética se manifestó sobretodo en la palabra escrita. Entre ellos había un escriba: Carlos Alberto Libanio Christo, más conocido como Frei Betto,34 hoy un escritor premiado y reconocido internacionalmente. Escribió libros teológicos, militantes, políticos y también novelas y bellas piezas literarias. 

Su primer libro, publicado en Francia antes que, en Brasil, fue “Cartas desde la cárcel”35 en el que narra el tiempo que pasó preso junto a sus hermanos de congregación religiosa y otros presos políticos. En el libro hay hermosas descripciones de la comunión que comienza a reinar entre religiosos y otros presos no creyentes, que incluso participan con respeto y profundidad en las celebraciones que se llevan a cabo en la cárcel. 

Pero la obra más definitiva, que constituye una verdadera narrativa meditativo-teológica sobre la dictadura en Brasil es sin duda el libro “Bautismo de sangre”36 y la película del mismo nombre dirigida por Helvecio Ratton.37 La forma poética característica de la escritura de Betto es solo uno de los componentes que ubicaron esta obra entre los clásicos de las lecturas sociológicas, políticas y religiosas en Brasil. La película de Helvecio fue un éxito de taquilla y hoy se encuentra entre los documentales más importantes para comprender el contexto político y eclesial de los años de plomo (1964-1987). 

El mismo Frei Betto testifica: “Me tomó diez años escribir” Bautismo de sangre “(...). Revivir toda la saga de un grupo de frailes dominicos en la lucha contra la dictadura militar me hizo sufrir ...”.38 El resultado de esta colección de recuerdos, sin embargo, está lejos de ser un resumen morboso. La historia es incomparable en belleza y rinde homenaje a todos los personajes que sufrieron durante el régimen militar.39 Para ello, el autor destaca ciertos personajes que ocuparon mayor protagonismo en la prensa de la época, entre ellos Frei Tito de Alencar Lima... “La resistencia humana tiene límites que no siempre se conocen. Al encarnar en su vida los ideales de justicia en el Reino de Dios, Tito logró llegar al límite de su resistencia a la frontera donde la muerte recibe el sacrificio como regalo”.40

En palabras de Frei Tito, un joven dominico que sufrió las más duras torturas físicas en la cárcel está presente esta narrativa de dolor atravesado por la fe y la redención. Cinco días antes de ser arrestado, dijo con palabras cuya belleza resuena el testimonio consciente de quienes dieron su vida por el proyecto del Reino de Dios: “A menudo somos arrastrados donde no queremos ir. Temo que esto suceda con toda la Iglesia de Brasil. Si llega, y si es consecuencia de una mayor fidelidad y responsabilidad al Evangelio, que sea bienvenida esta hora”.41  

Frei Tito sufrió terribles torturas en su cuerpo, pero sobre todo fue torturado en su alma. Las heridas de su cuerpo sanaron, pero el alma del joven fraile se rompió para siempre. La tortura logró herir de muerte lo que era más sagrado para él.42 

En uno de los testimonios de las torturas sufridas por Frei Tito, se puede ver lo que llevó al trágico desenlace de su muerte: “Me ataron dos cables en las manos y uno en la oreja izquierda. Con cada descarga me estremecía, como si el organismo se fuera a descomponer. De la sesión de choques me pasaron al “pau de arara”. (...) Una hora después, con todo el cuerpo herido y sangrando, me desmayé. Me desataron y reanimaron. Me llevaron a otra habitación diciendo que descargarían 220 volts para que yo hablara ‘antes de morir’ (...)”.43 

Los torturadores querían nombres, además de la dirección de los “aparatos”, lugares donde se escondían estudiantes y otros “subversivos”. Por la tortura pretendían desfigurar su fe y su consagración religiosa: “Ante mis negaciones, me dieron golpes, puñetazos, patadas en la espalda. Vestido con aparatos litúrgicos, el policía me hizo abrir la boca ‘para recibir la sagrada hostia’. Introdujeron un cable eléctrico. Tenía la boca hinchada sin poder hablar correctamente”. 

Tito resistió y no habló. Sin embargo, ya libre de la prisión y en el exilio, el mayor torturador de Tito lo perseguía. De hecho, la persecución fue solo el resultado de su mente debilitada y enferma por la invasión psicológica permanente del torturador. En esa “fantasía”, Fleury, el torturador, no dejaba de intentar que denunciara a sus compañeros ... Pero Tito se resistía ... La “locura” resultante del sufrimiento psíquico lo llevó al suicidio. Justo antes de morir escribió: “Es mejor morir que perder la vida”. Para quienes viven con ideales de vida, sucumbir al abandono de esos ideales es peor que la muerte. Perder la vida es mejor en ese sentido ... Tito vio la liberación en la muerte. Se ahorcó en el convento de los dominicos de L’Arbresle, Lyon, Francia, el 10 de agosto de 1974, a la edad de 28 años. 

El propio fraile escribió poemas cuando estaba en el exilio, después de su arresto, primero en Chile y luego en Francia. Entre ellos, destaca éste, escrito el 12 de octubre de 1972 y encontrado tras su muerte. El deseo de muerte que lo habita ya ha estado ahí, viviendo con fe y esperanza en el Dios a quien entregó su vida. 

“Quando secar o rio da minha infância / secará toda dor. Quando os regatos límpidos de meu ser secarem / minh’alma perderá sua força. Buscarei, então, pastagens distantes / lá onde o ódio não tem teto para repousar. Ali erguerei uma tenda junto aos bosques. Todas as tardes, me deitarei na relva / e nos dias silenciosos farei minha oração. Meu eterno canto de amor: / expressão pura de minha mais profunda angústia. Nos dias primaveris, colherei flores / para meu jardim da saudade. Assim, exterminarei a lembrança de um passado sombrio”.44 

Tito sintió en sí los ríos de agua viva de su fe y el consuelo del Espíritu Santo para “secarse”. Sentí que su vida se volvía árida e insoportable y que necesitaba buscar “pastos lejanos”, los que Dios mismo promete a sus hijos en el Salmo 23: El Señor es mi pastor; Nada me falta. En verdes pastos me hace descansar y me conduce a aguas tranquilas; Devuélveme el vigor. Guíame por sendas de justicia por amor de Su nombre. Incluso cuando camine por un valle de oscuridad y muerte, no temeré ningún peligro, porque tú estás conmigo; tu bastón y tu cayado me protegen.” Buscó estos pastos verdes y pacíficos para “exterminar la memoria de un pasado oscuro” en la muerte. Adelia Prado, famosa poeta de Minas Gerais, Brasil, cantó su vida y su martirio en un poema: 

Terra de Santa Cruz45
Adelia Prado
46

Nas minhas bodas de ouro, esganada como os netos, 
vou comer os doces. 
Não terei a serenidade dos retratos 
de mulheres que pouco falaram ou comeram.
Porque o frade se matou 
no pequeno bosque fora de seu convento.
De outras vezes já disse: não haverá consolo. E houve: 
música, poema, passeatas.
O amor tem ritmos que não são de tristeza: 
forma de ondas, ímpeto, água corrente.
E agora? Que digo ao homem, ao trem, ao menino que me espera, à jabuticabeira em flores, temporã?
Contemplar o impossível enlouquece. 
Sou uma tênia no epigastro de Deus: 
E agora? E agora? E agora?
Onde estavam o guardião, o ecônomo, o porteiro, 
a fraternidade onde estava quando saíste, 
o desgraçado moço da minha pátria, 
ao encontro desta árvore?
Meu inimigo sou eu. Os torturadores todos enlouquecem ao fim, 
comem excrementos, odeiam seus próprios gestos obscenos, 
os regimes iníquos apodrecem.
Quando andavas em círculos, a alma dividida, 
o que fazia, santa e pecadora, a nossa Mãe Igreja?
Promovia tômbolas, é certo, benzia edifícios novos,
mas também te gerava, quem ousará negar, a ti
e a outros santos que deixam as bíblias marcadas:
“Na verdade carregamos em nós mesmos nossa sentença de morte”. “Amai vossos inimigos”.
O que disse: “Quem crer viverá para sempre”, este também balouçou do madeiro como fruto de escárnio. 
Nada, nada que é humano é grandioso.
Me interrompe da porta a mocinha boçal. Quer mudas de trepadeira. Meus cabelos levantam. Como um torturador eu piso e arranco 
a muda, os olhos, as entranhas da intrusa 
e não sendo melhor que Jó choro meus desatinos.
Sempre há quem pergunte a Judas qual a melhor árvore: 
os loucos lúcidos, os santos loucos, 
aqueles a quem mais foi dado, os quase sublimes. 
Minha maior grandeza é perguntar: haverá consolo?
Num dedal cabem minha fé, minha vida e 
meu medo maior que é viajar de ônibus.
A tentação me tenta e eu fico quase alegre. 
É bom pedir socorro ao Senhor Deus dos Exércitos, 
ao nosso Deus que é uma galinha grande.
Nos põe debaixo da asa e nos esquenta. 
Antes, nos deixa desvalidos na chuva, 
pra que aprendamos a ter confiança n’Ele 
e não em nós.
Tierra de Santa Cruz
 Adélia Prado
En mis bodas de oro, ansiosa como los nietos,
Me comeré los dulces.
No tendré la serenidad de los retratos
de mujeres que hablaban poco o comían.
Porque el fraile se suicidó
en los pequeños bosques fuera de su convento.
En otras ocasiones ya lo he dicho: no habrá consuelo. Y ahi estaba: música, poema, marchas.
El amor tiene ritmos que no son tristes:
forma de ondas, impulso, agua que fluye.
¿Y ahora? Lo que le digo al hombre, al tren, al chico que me espera, a jabuticabeira en flores, temprano?
Contemplar lo imposible se vuelve una locura.
Soy tenia en el epigastrio de Dios:
¿Y ahora? ¿Y ahora? ¿Y ahora?
¿Dónde estaban el guardián, el tesorero, el portero,
la fraternidad donde estabas cuando te fuiste,
el desgraciado de mi tierra natal,
para encontrarme con este árbol?
Mi enemigo soy yo. Todos los torturadores se vuelven locos al final comer excrementos, odiar sus propios gestos obscenos,
los regímenes malvados se pudren.
Cuando caminabas en círculos, el alma se dividía
¿Qué hizo nuestra Madre Iglesia, santa y pecadora?
Promovió tômbolas, es cierto, bendijo nuevos edificios,
pero también te generó, que se atreverá a negarte
y a otros santos que dejan las biblias marcadas:
“De hecho, nosotros mismos cargamos con nuestra sentencia de muerte”.
“Ama a tus enemigos”.
Lo que dijo: “El que cree vivirá para siempre”, este también
se balanceó del árbol como un desprecio.
Nada, nada de lo humano es genial.
La chica tonta me interrumpe en la puerta. Quieres plántulas de enredaderas.
Mi cabello se eriza. Como un torturador, paso y arranco
la plántula, los ojos, el interior del intruso
y como no soy mejor que Job, lloro por mi necedad. Siempre hay quien le pregunta a Judas cuál es el mejor árbol: los locos lúcidos, los santos locos,
aquellos a quienes más se les dio, los casi sublimes.
Mi mayor grandeza es preguntar: ¿hay algún consuelo?
En un dedal encajaba mi fe, mi vida y
mi mayor miedo es viajar en autobús.
La tentación me tienta y estoy casi feliz.
Es bueno pedir ayuda al Señor Dios de los ejércitos,
a nuestro Dios que es un gran pollo.
Ponnos bajo el ala y caliéntanos.
Más bien, nos deja indefensos bajo la lluvia,
para que aprendamos a tener confianza en él
y no nosotros.

El poema de Adelia no solo canta el drama de Frei Tito, sino que también cuestiona a la Iglesia como comunidad, que muchas veces no ha podido comprenderla y apoyarla. La poeta reconoce, sin embargo, que el mismo Tito es fruto de esta Iglesia, santa y pecadora. En el Collegio Pio Brasiliano de Roma se negaron a recibir al fraile por considerarlo peligroso, comunista, terrorista entre otras sospechas.47 Rechazado por el régimen político de su país, exiliado sin poder regresar a su patria y sintiéndose sospechoso y ajeno incluso en su “hábitat” más querido, que era la Iglesia a la que pertenecía, Frei Tito no soportó el infierno interior y eligió el suicidio como salida.48 Pero las insidias del mal llegan tarde, cuando ya se anticipó el testimonio de los profetas y mártires. Queda el testimonio de su vida, su vocación, su fidelidad para no traicionar a nadie, para no renunciar a un nombre. Y seguir esperando en Dios, a pesar de elegir la muerte.49 Así lo demuestra su Biblia marcada, su vida de oración, sus poemas donde Dios siempre aparece como un horizonte de esperanza, a pesar de que el peso de la depresión es insoportable. 

Conclusión: el teólogo en cuanto testigo y teopoeta frente al mal 

Hoy es punto pacífico que el arte y la religión parecen tener las mismas raíces. Algunos teólogos irían aún más lejos, afirmando que Dios y la belleza son sinónimos. El caso es que muchas veces las expresiones estéticas del arte, la literatura, la música, la danza serán las que generan la experiencia espiritual que a su vez generan la teología. Y volvemos al principio de esta comunicación: lex orandi, lex credendi, lex vivendi. Así se construyó la teología latinoamericana en sus primeros años. No se encontraron tantos textos dogmáticos, sino símbolos, ritos, música, imágenes e historias de vida, que luego permitieron retomar el hilo de la rica historia del evangelio en el continente. 

De ahí la importancia de la teopoética, que aglutina y cruza teología y poesía, teología y literatura, teología y estética en general. Ante la sospecha de que las estéticas son alienantes, se puede argumentar que muchas veces la lectura de una obra literaria, la experiencia de recitar un poema, escuchar música, el ritmo de una celebración son los que provocan la experiencia espiritual que a su vez genera la teología. 

El teólogo es, entonces, el poeta de la Palabra de Dios, su bardo, su cantor, que “no elige su canto, sino que canta el mundo que ve”, que “alaba lo que es digno de alabanza” y que calla, si se calla la vida, porque la vida, la vida misma es todo un canto. Y si el cantor -el teólogo como cantor del Misterio- calla, la esperanza, la luz y la alegría mueren de espanto. Los pobres se quedan solos, porque ya no tienen a nadie que hable por ellos. 

El desgaste de las fórmulas, el envejecimiento de las rúbricas, la rigidez de los documentos, todo exige nuevas formas, nuevos poemas, una nueva teopoética que es a la vez teopoiética y teopráxis. Frente al mal y sus diversos rostros, la teopoética puede ser importante medio de salvación, así como lo fue para la experiencia de los pueblos latinoamericanos durante los años 70 y 80. 

Referencias

 Ada Maria Isasi-Diaz and Fernando F, Segovia (eds), Hispanic/Latino Theology. Challenge and Promise, Minneapolis, Fortress Press, 1996, 261-288 

Alejandro Garcia-Rivera, Wounded Innocence, Liturgical Press, 2003 

Amos Wilder, Grace confounding; Poems, Philadelphia, Fortress Press, 1972 

Amos Wilder, Theopoetic: Theology and the Religious Imagination. Fortress Press. 1976 

Diana Beatriz Vinoles, Biografia de Alice Domon (1937-1977), Buenos Aires, Patria Grande, 2014 

Dominique Crossan, In parables. The challenge of the historical Jesus, NY, Harper and Row, 1973. 

Frei Betto, Bautismo de sangre Marighella los frailes dominicos y la lucha armada en Brasil, Oriente, 2018. 

Frei Betto, Cartas desde la cárcel, Havana, Caminos, 2019 

Jose Antonio Pagola, Jesus: aproximação histórica, Petrópolis, Vozes, 2010. 

Jose Luis Espinel, Teopoetica de las parábolas de Jesus, Ciencia Tomista 111 (1984) 429-462. 

Leonardo Boff, Jesus Cristo Libertador, Petrópolis, Vozes, 1972 

Luis Lago Alba, Gracio das Neves, R.M., “Utopia y resistência. Hacia una teopoetica de la liberacion”, Ciencia Tomista 121 (1994) 

Paul Ricoeur, “Nomear Deus” Études Théologiques et Religieuses 52(1976), 489-508 

William Cavanaugh, Torture and Eucharist. Theology, politics and the body of Christ, Oxford, Blackwell, 1998 

Yvonne Pierron, Misionera durante la dictadura, Buenos Aires, Planeta, 2009 

Notas

[1]  Amos Wilder, Grace confounding; Poems, Philadelphia, Fortress Press, 1972, p ix: Foreword 

[2] In Ada Maria Isasi-Diaz and Fernando F, Segovia (eds), Hispanic/Latino Theology. Challenge and Promise, Minneapolis, Fortress Press, 1996, 261-288  

[3] Cf. lo que disse el mismo Amos Wilder em outro libro suyo: Theopoetic: Theology and the Religious Imagination. Fortress Press. 1976, p 2: “Mi clamor por uma teopoética significa hacer más justicia ao rol del simbólico y del pre-racional em la forma com la cual trtamos com la experiencia.” (traducción libre)   

[4] Luis Lago Alba, GRACIO DAS NEVES, R.M., “Utopia y resistência. Hacia una teopoetica de la liberacion”, Ciencia Tomista 121 (1994) 621     

[5] Paul Ricoeur, “Nomear Deus” Études Théologiques et Religieuses 52(1976)489-508   

[6] Luis Lago Alba, GRACIO DAS NEVES, R.M., “Utopia y resistencia. Hacia una teopoética de la liberacioón”, op. cit, 622. https://es.wikipedia.org/wiki/Poiesis: Poiesis (ποίησις, pronunciado «poíesis») es un término griego que significa «creación» o «producción», derivado de ποιέω poieō , «hacer» o «crear». Platón define en El banquete el término poiesis como «la causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser». Se entiende por poiesis todo proceso creativo. Es una forma de conocimiento y también una forma lúdica: la expresión no excluye el juego       

[7] V. por ejemplo Jose Luis Espinel, Teopoetica de las parábolas de Jesus, Ciencia Tomista 111 (1984) 429-462 con amplia bibliografia. Ver tb. El gran libro de Jose Antonio Pagola, Jesus: aproximação histórica, Petrópolis, Vozes, 2010, esp capitulo V: Jesus poeta da compaixão de Deus.   

[8] Cf resumen de esa discusión en el artículo de Jose Luis Espinel arriba citado, p. 461 

[9] Dominique Crossan, In parables. The challenge of the historical Jesus, NY, Harper and Row, 1973, 22    

[10] Cf. Jose Luis Espinel, art. cit, 461, Cf igualmente la obra de Leonardo Boff, Jesus Cristo Libertador, Petrópolis, Vozes, 1972, capitulo 5: Jesus, uma pessoa de extraordinário bom senso, imaginação criadora e originalidade.   

[11] Por ejemplo, Diego Irerrazaval, Gonzalez Dorado, Bartolome Melia, Pedro Casaldaliga, Benjamin Gonzalez Buelta etc. Cf. igualmente el excelente libro de Alejandro GarciaRivera, Wounded Innocence, Liturgical Press, 2003, Introduction p viii 

[12] Oporto, Porto Editora, 2011. 

[13] Laudato Si n 11, 12 

[14] ibid n. 12 

[15] Cf Gn 1 y 2. 

[16] Laudato Si n. 79  

[17] Cf LS n 79: “La libertad humana puede hacer su aporte inteligente hacia una evolución positiva, pero también puede agregar nuevos males, nuevas causas de sufrimiento y verdaderos retrocesos. Esto da lugar a la apasionante y dramática historia humana, capaz de convertirse en un despliegue de liberación, crecimiento, salvación y amor, o en un camino de decadencia y de mutua destrucción. Por eso, la acción de la Iglesia no sólo intenta recordar el deber de cuidar la naturaleza, sino que al mismo tiempo «debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo». 

[18] Cf la película Nostalgia de la luz de Patricio Guzman, de 2010 https://www.youtube.com/ watch?v=sfwNFNWQItw acceso el 28 de junio 2022  

[19] Patricio Guzmán (Santiago, 11 de agosto de 1941) es un director de cine chileno, creador de más de una veintena de películas, en su mayoría documentales. En 1973 fue detenido luego del golpe de Estado en Chile que dio inicio a la dictadura militar de Augusto Pinochet. Consiguió partir al exilio y salvar el registro de la trilogía documental que lo hizo mundialmente reconocido: La batalla de Chile (1975-1979), que hablaba desde el triunfo del expresidente Salvador Allende y la Unidad Popular, hasta los hechos que desencadenaron finalmente el golpe de Estado. Desde entonces vive en el extranjero. Actualmente reside en Francia, desde donde ha realizado la mayoría de sus películas, incluidos sus más reconocidos documentales, entre ellos Chile, la memoria obstinada (1997), Nostalgia de la luz (2010) y El botón de nácar (2015). Su obra se extiende desde 1965 hasta la fecha, y ha sido galardonada con más de setenta premios en decenas de festivales internacionales. 

[20] Cf. em la película los impresionantes testimonios de Violeta Berrios e Victoria… 

[21] V. sobre esto el libro del teólogo estadunidense William Cavanaugh, Torture and Eucharist. Theology, politics and the body of Christ, Oxford, Blackwell, 1998. Ver tb su artículo Making Enemies. The imagination of Torture in Chile and the United States, Theology Today 63 (2006) 307-323, esp p. 308.  

[22] Cf. William Cavanaugh, Making Enemies…art cit p 309 

[23] Decimos oficiales poruqe hay nuevos cementerios clandestinos que aparecen com frecuencia. 

[24] Cf. O belo texto de Jorge Quiroga, Prologo Historia de las madres de la Plaza de Mayo, in http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=5&idcat=906&idindex=173 acessado em 3 de marco de 2016  

[25]  A essa altura, já são por volta de 120 os netos que foram encontrados e reunidos com suas avos que passaram as vezes mais de 30 anos buscando-os. 

[26] Cf. Jorge Quiroga, art. Cit.  

[27] Cf. El libro escrito por Yvonne Pierron, Misionera durante la dictadura, Buenos Aires, Planeta, 2009. V. Tb o livro de Diana Beatriz Vinoles, Biografia de Alice Domon (1937- 1977), Buenos Aires, Patria Grande, 2014. Cf igualmente o filme sobre Alice, Domon, Yo, sor Alice, de Alberto Marquart, 2001.  

[28] Cf. la entrevista que el documentario hace com la indígena allí nombrada Gabriela, que proclama claramente que no se considera chilena.  

[29] Cf. la entrevista com el abogado, que disse: “...como que te esta mirando...” (parece que esta olhando para voce). Patricio Guzman: “El agua que guarda la memoria del planeta”, dice Patricio Guzmán, …tan abundante en el sur chileno…que acogió los cuerpos de tantos detenidos desaparecidos y en particular el cuerpo de Marta Ugarte, para luego depositarlo suavemente en la playa como un testimonio indesmentible de las brutales violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura”.  

[30] Según se definió en términos médicos, “elpentotales un anestésico por vía endovenosa y produce una anestesia general, es decir, al paciente se lo duerme de modo de no percibir dolor».  

[31]  

[32] Iván Patricio Eugenio Manns de Folliot, conocido como Patricio Manns, (Nacimiento, 3 de agosto de 1937-Viña del Mar, 25 de septiembre de 2021) fue un cantautor y escritor chileno, destacado representante de la llamada Nueva canción chilena. 

[33] Carlos Marighella (Salvador, Bahía, 5 de diciembre de 1911 - São Paulo (San Pablo), 4 de noviembre de 1969) fue un político y guerrillero brasileño, uno de los principales organizadores de la lucha armada contra la dictadura militar instalada en 1964 y en pos de impulsar la revolución socialista en Brasil. Murió en una emboscada cuando se acercaba al convento de los frailes dominicos de São Paulo, Brasil.  

[34] Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto, (Belo Horizonte, Minas Gerais, 25 de agosto de 1944) es un fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación. Es autor de más de 50 libros de diversos géneros literarios y de temas religiosos. Durante la dictadura militar estuvo preso junto com otros frailes de su comunidad acusado de colaboración con subversivos. 

[35] Frei Betto, Cartas desde la cárcel, Havana, Caminos, 2019  

[36] Frei Betto, Bautismo de sangre Marighella los frailes dominicos y la lucha armada en Brasil, Oriente, 2018. La primera edición brasileña es de 1982. Tuvo 14 ediciones em Brasil, siendo traducido al francês, italiano y español. Ganó el premio literario más conceptuado en Brasil, el premio Jabuti, y hace 24 años figura en buen nivel de ventas.  

[37] “Batismo de sangue”, película homónima estrenada em 2007, dirigida por Helvécio Ratton.  

[38] Cf. entrevista de Frei Betto in http://www.correiocidadania.com.br/index2.php?option=com_content&do_ pdf=1&id=1236 acessado em 8 de marco de 2016. 

[39] . Es el mismo Frei Betto que declara: En marzo, en el Festival de Brasilia, he visto la película por primera vez. Me quedé trastornado, me ha arrancado lágrimas, me ha reavivado la indignación contra el arbítrio, me ha activado las redes de la emoción, me ha transportado por la banda sonora, me hizo agradecer a Dios pertenecer a una generación que, a los 20 años, injectava utopía en las venas. Me he quedado embebecido frente a la fuerza estética de las imágenes producidas por el talento de Helvécio Ratton. 

[40] Frei Betto, Batismo de sangue, op. cit., p.27. 

[41] p.259 Cf. lo que sigue diciendo Frei Betto jugando con las palabras del himno nacional brasileño arti cit : El arte brasileño se adelanta al gobierno y escancara los bastidores de la dictadura. Esta es una película a ser vista especialmente por quienes no vivieron los años de plomo. Allí está el estupro de la “madre gentil”, gigante entumecido, el Brasil sin márgenes plácidos, arrancado de la cuna espléndida, rescatado a la democracia por los hijos que, por amor y esperanza y sin temer la propia muerte, no han huido a la lucha.“Batismo de Sangue”es un himno a la libertad. En él se revela la historia reciente de una nación y la fe libertaria de un grupo de cristianos. Emerge, contundente, la subjetividad de los protagonistas, como fray Tito, en quien se transubstanció el dolore amor, el sufrimiento en oblación, las esposas en materia prima de esta invencible esperanza de construir un mundo en que paz sea hija de la justicia, y la felicidad, sinónimo de la condición humana. 

[42] Para Frei Betto es sí posible, ser cristiano, místico y revolucionario. Y el modelo de esta síntesis lo veía en Tito de Alencar Lima. 

[43] p.263. 

[44] ibid 

[45] Terra de Santa Cruz, Guanabara, 1986 

[46] Adélia Luzia Prado Freitas (Divinópolis, 13 de diciembre de 1935), más conocida como Adélia Prado, es una escritora, poetisa y profesora brasileña 

[47] Ver más sobre Frei Tito em su memorial online http://www.adital.com.br/freitito/por/index.html acessado em 4 de marco de 2016. 

[48] Para aclarar la posición de la Iglesia Católica sobre el suicidio, el Nuevo Catecismo dice en el n. 2282 que Dios puede, por caminos que solo el conoce no condenar sino salvar personas que se quitan la vida en situaciones de angustia o miedo grave de la tortura, como fue el caso de Frei Tito. Creemos por lo tanto poder afirmar que Frei Tito es un hombre de Dios y se quitó la propira vida por encontrarse en profundo abalo psíquico, que no le permitía vivir en el pleno sentido de la palabra. Esclarecer a posição da Igreja sobre o suicidio, recorremos ao Novo Catecismo da Igreja Católica, que diz: 

[49] Asi lo demuestran su Biblia marcada, su vida de oraciónsus poes donde Dios aparece siere como um horizonte de esperanza, apesar del peso de la depresión ser insoportable.