Violencia contra los ancianos: una epidemia invisible
DOI:
https://doi.org/10.23925/2176-901X.2019v22i1p623-634Palabras clave:
Violencia hacia los ancianos, Tipos de violencia contra los ancianos, Redes de protección para personas mayores.Resumen
La población de ancianos ha crecido en los últimos años, siendo considerada un fenómeno mundial, y ha estado ocurriendo debido a la caída en la tasa de mortalidad y la disminución en la tasa de natalidad (IBGE, 2015). En nuestro país, en el pasado, los ancianos eran vistos como una fuente de sabiduría y respeto; hoy en día han sido víctimas cada vez más violentas de las formas más diversas: en forma de falta de accesibilidad, en la falta de adaptación de espacios y objetos a ellos, en desprestigio social, cuando formas de violencia aún más graves como la física, psicológica, sin mencionar el abandono; a menudo, el abandono se produce por parte de quienes deben cuidar y amar a sus mayores, como los niños y los familiares. El objetivo de este trabajo es analizar las principales formas de violencia cometidas contra las personas mayores, algunas de las cuales no siempre son notables, además de reflexionar sobre el papel del profesional en las redes de protección, sus cualidades y limitaciones, además de ofrecer formas para que el profesional prevenga la violencia y ayude los ancianos que han sido víctimas de violencia. Los organismos y documentos, como el Estatuto de las personas de edad avanzada (2003), buscan dar dignidad a la población de personas mayores, y también es importante destacar el papel de las redes de protección y los profesionales que acogen y cuidan a estas personas. Sin embargo, estos mismos profesionales aún necesitan mejorar su eficiencia, aprender a estar más cerca y simpatizar con aquellos que han sufrido, en el sentido de poder identificar el diagnóstico de violencia más rápidamente.