La Ética en el arbitraje y sus desafíos así como reflexiones sobre su carácter híbrido

Resumen

La Ley de Arbitraje (Ley nº 9.307/96) trajo al ordenamiento jurídico brasileño la regulación del arbitraje como método de resolución de conflictos, alternativo al Poder Judicial. Sin embargo, la naturaleza jurídica del arbitraje sigue siendo objeto de debates y divergencias doctrinales y jurisprudenciales. Si bien la Ley 9.307/96 no define expresamente la naturaleza jurídica del arbitraje, presenta características que permiten clasificarlo como una institución híbrida, con elementos de jurisdicción y contrato. Por un lado, el arbitraje es similar a la jurisdicción estatal, ya que produce decisiones con fuerza de sentencia judicial, vinculando a las partes y a sus sucesores. Además, el laudo arbitral puede ejecutarse directamente, sin necesidad de aprobación judicial. Por otro lado, el arbitraje tiene un fuerte carácter contractual, pues nace de la voluntad de las partes, expresada en un contrato (cláusula arbitral o compromiso arbitral). Las partes tienen amplia libertad para elegir los árbitros, el procedimiento y la ley aplicable al caso. Dadas estas características, el arbitraje puede entenderse como una forma de jurisdicción privada, ejercida por árbitros elegidos por las partes, con base en un contrato. Esta naturaleza híbrida del arbitraje es lo que le otorga flexibilidad, eficiencia y autonomía, convirtiéndolo en una alternativa atractiva para la resolución de disputas. Para realizar esta investigación se utilizó el método hipotético-deductivo, empleando un enfoque comparativo y la técnica de documentación indirecta. Se realizó una revisión bibliográfica en libros y revistas jurídicas, además de consultas a documentos y sitios web relevantes.