O caminho percorrido para a excelência dos cuidados ao recém-Nascido, após o nascimento
DOI:
https://doi.org/10.23925/2178-2911.2022v25espp75-87Resumen
La atención al recién nacido ha sufrido múltiples transformaciones a lo largo del tiempo. La aparición de nuevas tecnologías, la interdisciplinariedad de los conocimientos, la contribución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de otras organizaciones responsables de la salud de la mujer y del niño, así como la transformación de los contextos en los que se produce el nacimiento, han aportado un universo más amplio a la atención inmediata del recién nacido. Tradicionalmente, la evolución de las normas de promoción, prevención y tratamiento de los cuidados del recién nacido ha derivado de la experiencia, con una lógica cultural, expresada en rituales y procedimientos. Desde el momento en que el nacimiento comenzó a realizarse de forma generalizada en un entorno hospitalario, lo que en Portugal ocurrió en el siglo XX, a lo largo de la década de 1980, comenzaron a surgir directrices de las Organizaciones Internacionales de la Salud sobre los cuidados inmediatos del recién nacido. Estos son el resultado de las decisiones y resoluciones políticas encaminadas a lograr una calidad de vida aceptable para todos en el año 2000 y de un cambio de paradigma en el que la mortalidad neonatal se reconoce como un problema de salud pública. Se recomendó que, poco después del nacimiento, se prestara atención al estado del recién nacido como parte integral de la atención al parto normal. Esta atención surgió de la necesidad de minimizar las causas que repercuten no sólo en la tasa de mortalidad neonatal, todavía muy elevada a finales del siglo XX, sino también en la tasa de morbilidad y la calidad de vida.
Hasta principios de la década de 1990, la separación de la madre y el bebé poco después del nacimiento casi definía la atención obstétrica y neonatal moderna, motivada por el uso generalizado de incubadoras y leche artificial. La Declaración de Innocenti de 1990 marcó un hito en la protección, promoción y apoyo a la lactancia materna y, en consecuencia, en el fomento del contacto temprano entre la madre y el recién nacido. En esa época, la OMS afirmaba que la salud y el bienestar del recién nacido se basaban en cuatro principios de atención: un parto limpio y no traumático, el mantenimiento de la temperatura corporal, el inicio de la respiración espontánea y la lactancia materna después del nacimiento (OMS, 1991). En esta década, el inicio de la práctica de la medicina basada en la evidencia y estas recomendaciones ayudaron a restablecer la importancia dada al contacto temprano entre la madre y el recién nacido y a la lactancia materna, para todos los bebés sanos, poco después del nacimiento.
En los últimos 30 años, las diferencias más visibles son la disminución del intervencionismo y el tiempo de atención inmediata, con especial énfasis en la primera hora de vida, la "Golden hour", que aboga por retrasar todos los cuidados no urgentes al menos 60 minutos. Los recientes avances científicos relacionados con el papel del microbioma, la epigenética y el uso de la neuroimagen aportan nuevas explicaciones y sugieren que el contacto piel con piel y la lactancia materna son importantes determinantes de la biología reproductiva humana.
El interés por conocer mejor la historia y la evolución de los cuidados inmediatos del recién nacido sano nos motivó a realizar una revisión bibliográfica, de la que resultó este artículo. Este interés se debe a la necesidad de aplicar estos conocimientos a la enseñanza de las disciplinas de salud materno-infantil.
Palabras clave: Atención sanitaria; Atención inmediata al recién nacido; Atención postnatal; Golden-hour; Recién nacido.